El gobierno provincial enviará esta semana a la Legislatura los pliegos de tres postulantes para ministros de la Corte Suprema de Justicia: dos por las vacancias que dejarán las jubilaciones de los actuales magistrados Mario Netri y María Angélica Gastaldi, y la tercera por imperio de la llamada “reforma judicial” –cuya peculiaridad es que solo abarcó al máximo tribunal- sancionada en noviembre por el parlamento santafesino con los votos del oficialismo y del bloque del ex gobernador Omar Perotti. Sin detrimento de sus capacidades técnicas y de sus trayectorias profesionales, los nombres que suenan para la nueva Corte de siete miembros poseen, en dos casos, antecedentes en la política vernácula, y el tercero es amigo del actual mandatario.

Los pliegos que el Gobierno enviará a la Legislatura para su análisis llegarían este lunes  según confiaron a Rosario/12 voceros de la Casa Gris. El propio gobernador Maximiliano Pullaro adelantó que no pasará, cómo máximo, de “la última semana de diciembre”. Si bien no existe confirmación oficial, los tres nombres que circulan con más fuerza revelan acuerdos políticos al interior del frente oficialista Unidos y con la bancada de Diputados que lidera Perotti, cuyos votos facilitaron la “reforma judicial” y la constitucional.

Se trata del ex Fiscal General de la provincia, Jorge Baclini, amigo del gobernador; la ex subsecretaria de Delitos Complejos durante el gobierno de Antonio Bonfatti, la socialista Margarita Zabalza; y el fiscal de Estado durante la gestión de Perotti, Rubén Weder.

La Corte “reutemista”

La que encara por estos días el gobernador Pullaro es la segunda renovación del máximo tribunal de justicia de Santa Fe en los últimos 25 años. Entre fines de los años 90 y el primer año de este siglo dejaron la Corte los ministros Jorge Barraguirre, Decio Ulla, Raúl Álvarez y Casiano Iribarren, lo que le permitió al entonces mandatario, Carlos Reutemann, promover nuevas figuras para ocupar la cúpula del Poder Judicial.

Aquel proceso de renovación se conoció, política y periodísticamente, como “la Corte reutemista”, atento a que entre 2000 y 2001, durante su segundo mandato en la Casa Gris, el ex corredor de autos envió a la Legislatura los pliegos de Eduardo Spuler, María Angélica Gastaldi, Rafael Gutiérrez y Mario Netri, para ocupar las vacantes que se habían producido.

Spuler, especialista en derecho laboral del lado de las patronales, había sido abogado personal de Reutemann y llegó a la Corte sin antecedentes en el Poder Judicial ni en la academia. Gastaldi había sido diputada provincial por un sublema (sí, entonces regía la Ley de Lemas como sistema electoral) del reutemismo en dos momentos: desde diciembre de 1991 a agosto de 1993 y en el período 1995-1999. Y, cuando fue designada en la Corte, era la titular de la Defensoría del Pueblo. Su especialidad es el derecho tributario y fue la primera mujer en ingresar a ese espacio de poder tradicionalmente reservado a los hombres.

Gutiérrez es primo de la ex esposa de Reutemann, mote que no se pudo quitar a pesar de tener una extensa trayectoria en el Poder Judicial, que se inició en el lejano 1975. Hace más de dos décadas que es ministro del máximo tribunal y mantiene una cada vez menos sorda disputa política con Pullaro, que lo quiere “jubilar” porque haber superado los 75 años.

Netri, el cuarto ministro que ingresó en aquella tanda –aunque asumió en noviembre de 2001- era camarista en Rosario y también poseía una dilatada trayectoria judicial previa a su ascenso. Accedió al máximo tribunal como resultado de un acuerdo político que Reutemann trabó con su opositor de entonces, el radical Horacio Usandizaga.

El “Vasco” y el juez se conocieron en el club Gimnasia y Esgrima de Rosario. El vínculo entre ellos se estrechó y con el tiempo se amplío a otros contertulios, fundaron el Club de los Miercolinos, en referencia al día que se juntaban a comer asado en las instalaciones de la entidad del Parque Independencia. Luego compartieron la comisión directiva de Gimnasia cuando Usandizaga accedió a la presidencia.

Esa conformación de la Corte tuvo intervención al menos en dos expedientes que le valieron el mote de “reutemista”: la revuelta de diciembre de 2001 en la que en Santa Fe fueron asesinadas ocho personas –y cuyas responsabilidades políticas no fueron investigadas judicialmente-, y la inundación de la ciudad de Santa Fe a fines de abril de 2003.

Renovación y cambio

Con la mayoría de sus integrantes por encima de los 75 años, el límite de edad que marca la ley para dejar el máximo tribunal, Pullaro inició su gobierno a fines de 2023 con el objetivo de “renovar” la Corte Suprema de Justicia. A base de presión pública y de una tensión privada que poco tardó en salir a la luz, el Gobierno consiguió el anuncio de las renuncias de Netri y Gastaldi: el primero inició el trámite previsional este mes y la segunda lo hará a partir del 2 de abril.

La reforma judicial impulsada por Unidos en la Legislatura y a la que se sumó el bloque de Perotti en Diputados habilitó la tercera vacante que Pullaro podrá cubrir al ampliarse a siete miembros, mientras aguarda que Spuler, Gutiérrez y Roberto Falistocco -quien ingresó en 1990 a la Corte luego de ser funcionario del ex gobernador Félix Reviglio- emulen los pasos de sus colegas hacia el sector pasivo del Poder Judicial.

Como sea, la Casa Gris avanzará en estos días en la renovación de la conducción de la Justicia, que el gobernador quiere “más ágil y moderna y “más barata”. Para eso propondría al ex fiscal de Estado de Perotti y ex relator de la Corte, el abogado especializado en derecho administrativo Rubén Weder. Su llegada al máximo tribunal, en esta ocasión como ministro, es producto de un acuerdo político del ex gobernador con el actual, semejante al cerrado a principios de siglo entre Reutemann y Usandizaga.

Otro de los mencionados como posible postulante para integrar la cabeza del Poder Judicial es el ex fiscal general Baclini, que antes fue fiscal regional de Santa Fe. Su vínculo con Pullaro es conocido en el ambiente político-mediático-judicial, pero saltó a la opinión pública en 2017 a través de unas escuchas telefónicas, cuando el primero era ministro de Seguridad y el segundo jefe de los fiscales provinciales. Pullaro se enteró entonces que dos fiscales habían pedido la detención del comisario Adrián Rodríguez, investigado por presuntas irregularidades con las horas extras policiales (horas Ospe), y se produjo este diálogo con Baclini, que no realza justamente la división de poderes:

-Baclini: Maxi.

—Pullaro: ¿Qué hacés Jorge? Che, ahí me informan que detuvieron a Adrián Rodríguez, el Jefe de la 5ta.

—Baclini: ¿Adrián Rodríguez?

—Pullaro: El jefe de la 5ta, un tipo que fue jefe de La Capital.

—Baclini: Ah, en Capital. No, no sabía nada. Ahora voy a preguntar. ¿Quién lo detuvo, (el fiscal Roberto) Apullán?

—Pullaro: Apullán, tengo entendido que es por las Ospe.

—Baclini: Y sí, (con el fiscal regional de Santa Fe, Carlos) Arietti yo estuve hablando el otro día y me dijo que tenía, pero que no sabía que lo iban a detener.

—Pullaro: A mí me dijo que tenía, pero que lo iban a detener después de las elecciones a todos. No sé por qué han apurado.

La tercera postulante que suena para la Corte es Margarita Zabalza, hija del histórico dirigente del Partido Socialista, Juan Carlos Zabalza. Fue funcionaria en Economía y en Seguridad de la Gobernación durante los gobiernos del Frente Progresista, y también en la Municipalidad de Rosario. Es docente y se especializa en derecho tributario. Su postulación, si se concreta, obedece a un acuerdo interno del Unidos con el partido de la rosa, que impulsó la reforma del máximo tribunal.