Paolo Rocca, el dueño de Techint, sabe que el 2025 será un año complejo, de disputa con el Gobierno, más que nada por los resultados cada vez más visibles del régimen de apertura importadora que dispuso el Presidente Javier Milei. No lo mueve un interés general, pero sí la protección de los negocios de una de las empresas más grandes del país. Ante un poder político que decidió que la industria no es prioridad.