A tres días de la represión de Prefectura a la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, en Villa Mascardi, donde un joven de 22 años fue asesinado por la espalda, el Presidente se refirió por primera vez al episodio hablando de un “grupo minoritario de violentos” que intentan imponer una “agenda” de violencia. Lo dijo en Chaco, luego de recorrer las obras de una planta de tratamiento cloacal en Gran Resistencia.
Al respaldo de los ministros Patricias Bullrich (Seguridad) y Germán Garavano (Justicia), que justificaron el actuar violento del Grupo Albatros y acusaron a los integrantes de la comunidad como “un poder contrafáctico” que no respeta la ley, se sumó ahora el apoyo del Presidente. Por primera vez, desde el desalojo ordenado por el juez Gustavo Villanueva que llevó a que el sábado pasado efectivos de Albatros dispararan balas de goma y plomo sobre 15 miembros de la comunidad en el marco de un operativo que terminó con la muerte de Rafael Nahuel, Macri opinó sobre la situación que se vive en la Patagonia.
“Y esto se logra trabajando en equipo, dialogando”, dijo Macri hacia el final de su discurso en referencia a la obra que permitirá la conexión a cloacas y agua potable para los habitantes de gran Resistencia. “Todo lo contrario de lo que es la violencia, que nuevamente hemos visto como grupos minoritarios intentan llevarnos a esa agenda. Eso, por suerte para ustedes, está pasando muy lejos de acá, en el sur de la Argentina”, aseguró el Presidente, mientras daba alguna palmadita en el hombro de un niño.
Macri habló acompañado por un grupo de obreros de la planta y el gobernador Domingo Peppo, que antes pronunció un discurso agradeciendo la visita presidencial y el trabajo conjunto entre la provincia y la Nación en el desarrollo de grandes obras como la del saneamiento de agua y extensión de la red cloacal.