A tres años de su debut porteño regresa a la capital argentina Boogarins, la banda insignia de la psicodelia brasileña actual. Y con un flamante discazo de estudio: Lá Vem a Morte (“Allá viene la muerte”), aunque en su país generó opiniones divididas porque el cuarteto le soltó la mano a la redención de la tradición psicodélica de Brasil para entregarse a un sonido más novedoso y contemporáneo. “A diferencia de Manual, nuestro disco anterior, grabado de forma analógica, en Lá Vem a Morte decidimos volver a esa cosa más experimental de nuestros inicios. Fue una experiencia muy buena”, explica el cantante y guitarrista Fernando “Dinho” Almeida, llamada de WhatsApp mediante, desde su Goiânia natal. “No nos preocupa si mantenemos la tradición de la psicodelia brasileña o nos alejamos de ella. En algún momento la gente cambia. Además, internet influyó en el consumo de información. Y lo que queremos ahora es jugar con el sonido y la forma de las canciones.”
Amén del título, el concepto del tercer álbum de la banda originaria de la tierra de la sertaneja (la música country de Brasil) aborda tópicos sombríos como el cinismo, la hipocresía en las relaciones humanas y la muerte. “Y pienso que también tiene mucho de distopía”, agrega el frontman, quien asimismo actuó en Buenos Aires comandando su otro proyecto musical, Ultravespa. “A la gente no le gusta pensar mucho sobre el significado de las cosas y de hacerlas bien. Me parece gracioso lo que dicen por ahí, pero el disco no trata sólo acerca de la muerte. Hay otras cosas dando vueltas.”
A pesar de que estas canciones datan del año pasado, la tensa calma que vive Brasil, a causa de la delicada coyuntura política y social, no pesó en el proceso compositivo. Al menos de forma directa. “El momento del país siempre es influyente al hacer un disco, aunque lo que pasó no fue la gota que derramó el vaso. Siempre existió. Hace cinco años la gente pasaba por encima de otra. Si bien es doloroso y cruel, hay que seguir adelante.”
Si bien su álbum debut, As Plantas que Curam (2013), significó su primera relación con la producción, y la secuela Manual (2015) fue su introducción en un estudio de grabación, el más reciente representó la libertad absoluta para experimentar. “Estuvimos de gira en Estados Unidos y de pronto, en el medio de las fechas, conseguimos un hueco para grabarlo”, repasa Dinho sobre un trabajo en el que el sobresalen las programaciones electrónicas y la manera de encarar el pop. “Antes que volver a Brasil, decidimos ir a Austin. Juntamos equipos, y grabamos por cuenta propia en una casa.”
Lá Vem a Morte es el segundo disco que publicó en 2017 este baluarte del indie brasileño, tras editar previamente el en vivo Desvío onírico. “La idea era sacar un disco triple. Lá Vem a Morte inicialmente iba a ser un EP, pero tenía canciones tan potentes que lo extendimos hasta llegar al álbum. Hacemos esto por la necesidad misma de seguir sacando material para tocar en vivo. Y es que esa experiencia es algo que quiero tanto como a mi madre.”
* Miércoles 6/12 a las 21 en Niceto Club, Niceto Vega 5510.