Cientos de personas se reunieron esta tarde para ver en la puerta de Comodoro Py el fallo contra los 54 represores acusados de crímenes de lesa humanidad en la megacausa Esma III. A través de una pantalla gigante se viven las alternativas, con festejos ante cada condena y silbidos y abucheos en las pocas absoluciones.
Frente a los tribunales de Retiro están reunidos organismos de derechos humamos, como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Abuelas, HIJOS, el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, partidos de izquierda, familiares y sobrevivientes del terrorismo de estado.
Con el fallo, culmina el proceso judicial más largo por crímenes de lesa humanidad, en un juicio que se extendió por cinco años, con 54 acusados, entre otros, los pilotos de los vuelos de la muerte y connotados represores de la Esma como Jorge "Tigre" Acosta, Alfredo Astiz y Ricardo Cavallo, ya condenados a perpetua en el primer juicio, hace seis años.
En declaraciones a Página/12, Miriam Lewin, sobreviviente del mayor campo de concentración de la dictadura, manifestó que "es mucho más de lo que esperábamos. Evidentemente la prueba tal como había sido configurada por la fiscalia completó el proceso de investigación que se inició con la localización y ubicación de las planillas de vuelo del Skyvan. La Armada tenia 14 pilotos de Skyvan. Todos están comprometidos en los vuelos irregulares".
En el juicio quedó probado que se usaron aviones Skywan en los vuelos de la muerte, y que el 14 de diciembre de 1977 fue el vuelo desde el que tiraron al mar a las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet y las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y Mary Ponce de Bianco. Los secuestros fueron entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977; el grupo más grande fue llevado a la Esma en un operativo en la Iglesia de la Santa Cruz, en el barrio de San Cristóbal. Cuarenta años después, hay condenas por estos hechos y se celebra en la entrada del tribunal.