Es un dato indiscutible: la final disputada entre la Argentina y Francia durante el Mundial de Fútbol 2022 fue épica. En Qatar, en nuestro país y en cada rincón del planeta que alojó algún argentino se vivieron emociones que al día de hoy siguen siendo inexplicables: ilusión, euforia, optimismo, hidalguía triunfal, tensión, miedo, angustia derrotista, pánico, bronca, tristeza, esperanza, arrebato, fervor, locura, frenesí... Todo eso en 139 minutos. No puede existir un corazón que aguante tanto. Y sin embargo... La literatura suele ser un buen canal expresivo para tratar de contar eso que pasa adentro de una cancha durante 90 minutos. Desde Editorial Octubre se propusieron impulsar este tipo de relatos con un concurso enfocado en aquella final.

Este jueves 26 a las 18.30 se presentará el resultado del concurso internacional de narrativa futbolera en la Librería Caras y Caretas (Junín 365): el libro Una final de cuento (Editorial Octubre), que incluye los relatos semifinalistas y los tres premios que serán anunciados durante el evento. Fernando Kleiman, coordinador del certamen, cuenta a Página/12 que "la idea era aprovechar lo que había sido la final del Mundial porque tuvo unos condimentos, unos giros y un recorrido que lo asemejaban a un guión cinematográfico". El partido fue memorable y también los efectos que generó en la población: la algarabía en cada casa, en las calles de todo el país y en el Obelisco, gran centro de reunión".

Kleiman recuerda que fueron "36 años sin ganar un mundial y eso abarca prácticamente a dos generaciones". El coordinador destaca que el principal objetivo de la iniciativa era "estimular a la gente que le gusta escribir y que da sus primeros pasos en la narrativa a través de la historia futbolera, que suele ser una gran puerta de entrada para escritores noveles". Además, explica que por lo general este tipo de concursos son de temática abierta pero en este caso había "una complejidad adicional, porque debían escribir sobre un tema específico: no sobre los mundiales en general o Qatar en particular, sino exclusivamente sobre la final, algo que suponía un mayor desafío".

En relación al género cuento, Kleiman asegura que "la Argentina es la meca de la ficción futbolera", ya que en otros países no hay una costumbre tan arraigada de escribir sobre este deporte y en este registro. En Inglaterra, por ejemplo, existen abordajes tácticos, historiográficos, sociológicos o biográficos, pero no tantos en clave ficcional. "El fútbol es una usina generadora de todo tipo de emociones, y por eso en muchos casos funciona como puerta de entrada a la narrativa y a la ficción. Le ha pasado a un montón de gente. Como Eduardo Sacheri, quien empezó escribiendo sobre fútbol y luego siguió con novelas y guiones cinematográficos. Su caso es más conocido porque es un consagrado, pero hay un montón de gente que empieza a escribir a través de este registro porque uno termina conectando al fútbol con anécdotas, recuerdos, familiares".

El fútbol es una pasión para muchas personas en todo el mundo más allá de las barreras culturales, territoriales o idiomáticas. Kleiman menciona Europa, América latina y los países árabes como ejemplos de esa diversidad y señala como una rara excepción a Estados Unidos, donde el fútbol está rezagado en relación a otros deportes como el béisbol, el fútbol americano o el básquet porque "ahí todo está relacionado con el show". En ese sentido, el fútbol tiene menos espectacularidad que otras disciplinas porque una buena cantidad de partidos terminan 0 a 0, pero para Kleiman el fútbol es una verdadera pasión de multitudes y sostiene que "gusta mucho en el mundo porque es muy parecido a la vida: el partido es puro sacrificio, caras de enojo, tensión".

Los relatos que integran esta antología fueron seleccionados por un jurado estelar compuesto por los miembros de Relatorxs: Víctor Hugo Morales, Alejandro Apo, Alejandro Fabbri, Ayelén Pujol y Viviana Vila. Kleiman reflexiona sobre la ficción futbolera y sostiene que existen dos corrientes: por un lado, aquellos relatos más asociados al humor, cuyo máximo exponente es Roberto Fontanarrosa; por otro, un abordaje más ligado a la emocionalidad y a la sensibilidad a la hora de narrar, con Eduardo Sacheri como principal referente. "En el concurso, estos abordajes están presentes; tenemos cuentos que van en ambos sentidos", anticipa.

A lo largo de la convocatoria se recibieron cien textos aproximadamente. Hubo un jurado de preselección y el equipo de Relatorxs definió los tres primeros premios que obtuvieron un reconocimiento monetario ($350.000 para el primero, $250.000 para el segundo y $150.000 para el tercero). Kleiman dice que uno de los puntos más atractivos del certamen era la posibilidad de ser publicados: "Esto es lo que le da mayor sentido a este tipo de esfuerzos editoriales, la posibilidad de que autores noveles salgan a la luz y puedan disfrutar del proceso de acceder a una publicación que es tan difícil hoy en día por las particularidades del mercado editorial".

La ficción futbolera es una puerta de ingreso para los escritores pero también para los lectores. Muchos apasionados del fútbol y del folklore que lo circunda quizá rechacen una novela de 600 páginas, pero pueden sumergirse fácilmente en un relato que se proponga contar eso que viven cada domingo en el club de sus amores. "Se dice que en un cuento conviven dos historias en paralelo que en algún punto se cruzan. Y el fútbol es eso. A partir de lo que ocurre en un juego, con una pelota y 22 tipos, se puede contar otra historia, algo que tenga que ver con la sensibilidad humana", concluye Kleiman.

*Una final de cuento se presentará este jueves a las 18.30 en Librería Caras y Caretas (Junín 365). Actividad gratuita y abierta.