Pese a la férrea oposición de grupos ambientalistas el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, eligió a la congresista republicana Cathy McMorris para el cargo de secretaria del Interior, encargada entre otras cosas del uso del vasto territorio federal, informaron medios estadounidenses. Los grupos vinculados al medio critican a McMorris, por no apoyar la protección de las tierras públicas. “En el Congreso, la diputada McMorris votó en forma consistente para priorizar la perforación en nuestras tierras y aguas públicas, incluso en áreas sensibles como el Ártico, e incluso para abrir nuestras tierras públicas para la venta al mejor postor”, dijo el presidente de League of Conservation Voters, Gene Karpinski, en un comunicado.

La nominación de McMorris llega 24 horas después del nombramiento de Scott Pruitt para encabezar la Agencia de Protección Ambiental. Pruitt es el procurador general de Oklahoma y escéptico de la ciencia del clima. Con este nombramiento Trump animó a la industria petrolera pero enfureció a los grupos ambientalistas y legisladores demócratas que prometieron luchar contra su nombramiento. Pruitt demandó a la Agencia de Protección Ambiental repetidamente y es parte de un esfuerzo coordinado de varios estados para bloquear el Plan de Energía Limpia de Obama para limitar las emisiones de dióxido de carbono.

Con respecto a la secretaría de Interior, a cargo de temas medioambientales, fuentes consultadas por los diarios The New York Times y Wall Street Journal, aseguran el equipo de Trump se inclinó por McMorris. Durante más de una década McMorris fue congresista por el estado de Washington y presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, lo que la convierte en la mujer de más alto rango dentro de la jerarquía republicana. 

La congresista se reunió el pasado 20 de noviembre con el presidente electo y pese a votar por él durante las primarias “sin mucho entusiasmo” se fue acercando a Trump, hasta pasar a integrar el equipo de transición. McMorris podría ponerse al mando de una agencia con 70 mil empleados, un presupuesto de 12 mil millones de dólares, y encargada de las gestión de Parques Nacionales, proyectos energéticos, prospecciones y la gestión de inmensas extensiones de terrenos federales, la mayor parte concentrados en el oeste. 

Trump expresó su oposición a la moratoria de la administración de Barack Obama y de su Departamento de Interior al alquiler de terrenos federales para explotaciones carboníferas, al tiempo que se mostró favorable a un aumento de las prospecciones petroleras marítimas y terrestres en áreas controladas por el estado. 

Como representante de un estado con un alto porcentaje de terrenos federales y con un gran patrimonio natural, McMorris promovió legislación para incentivar la energía hidroeléctrica y la protección de bosques. No obstante, también votó a favor de aumentar la exploración de hidrocarburos en zonas marítimas bajo control federal y defendió que se vendan terrenos federales para la minería. Si finalmente es confirmada por el Senado, donde no debería encontrar gran oposición entre sus colegas republicanos, su salida obligaría a un relevo dentro de la jerarquía conservadora en el Congreso. 

McMorris apoyó los esfuerzos para expandir la industria de petróleo y gas de Estados Unidos. Votó a favor de la Ley de Energía de los Nativos Americanos, un proyecto de ley que fue vetado por Barack Obama en 2015, que habría hecho más fácil perforar en los territorios tribales. En su sitio web, también reafirma su apoyo a la reciente derogación de la prohibición de décadas de exportación de petróleo, y por un proyecto de ley para rechazar la Ley de Aguas de los Estados Unidos de la Agencia de Protección Ambiental, como algunos de sus logros clave en energía y medio ambiente. 

A su vez, expresó escepticismo sobre el cambio climático, consistentemente oponiéndose a las medidas de Obama para combatirlo, y una vez argumentando que el ex vicepresidente Al Gore, un defensor desde hace mucho tiempo de las medidas para combatir el calentamiento global, merece una “F” en ciencia y una “E” en escritura creativa (haciendo alusión al sistema de evaluación educativo).

El Center for Western Priorities, un grupo ambientalista, dijo que también estaba preocupado de que McMorris seguiría los esfuerzos para vender tierras federales después de que ella copatrocinó un proyecto de ley en 2011 para colocar más de tres millones de acres (1,21 millones de hectáreas).

Trump prometió durante su campaña que iba a deshacer las medidas de Obama contra el cambio climático y sacar al país de un acuerdo global para frenar el calentamiento, acordado en París el año pasado, diciendo que pone a las empresas estadounidenses en una desventaja competitiva.