“El 2024 se va con el veneno que nos trajo, se mete en la historia con su crueldad”, dijo este jueves 26 de diciembre el periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, cuestionando el brutal ajuste de Javier Milei a la par que dedicó, emotivamente, el programa a los verdaderos héroes de la patria, a las miles de personas que día a día hacen todo lo que está a su alcance para que los caídos del sistema tenga un mínimo de contención.
El editorial de Víctor Hugo Morales
Aquí estamos, al cabo de un año, para decir gracias a todos los luchadores. El recorte de gastos furioso hecho por las corporaciones con el lápiz de Milei es de los más grandes que hayan existido.
Cada vez que asumió un gobierno neoliberal o una dictadura, los títulos de los diarios fueron escritos con la palabra ajuste. Pero este, el de la motosierra, alcanzó proporciones de una brutalidad insoportable.
El embate sobre los sectores populares ha sido tan, pero tan duro; y la resiliencia fue en aumento día por día. La capacidad para hacer el aguante, la solidaridad con los más vulnerables, esos que están siempre un poquito mejor que otros y que están siempre dispuestos a dar su corazón.
Esa cena colectiva del 24, esas mesas y ese amor, son el ejemplo final de cuánto se hizo cuando no había un fotógrafo. Es la representación casi teatral del dolor que cada día, cada mediodía y cada noche recorría los comedores de la República Argentina.
Cada día en cada barrio, con lo que se podía, con lo que se consiguió, y con mucho ingenio y una inmensa disposición hacia el otro, exactamente como hicieron esa cena del Congreso.
El cuerpo de una sociedad maltratada, llena de moretones, también es un dispositivo de lucha. Y ellos son los héroes. Y no los empresarios a los que Milei llama de esa forma.
Ellos son los que impulsan a creer que aún es posible un poco de justicia, porque ellos la practican. La justicia no es el repulsivo cuerpo del aparato judicial, no es Bullrich, no es Kravetz. La justicia es la que se practica para que la vida sea un poco más vivible, para ser algo más justo cada uno que pueda por el resto.
Le sostenemos la mano moribunda al 2024; ya se la vamos a soltar en pocos días. Un poco más falta, tan solo, con la esperanza que siempre acunamos. Lo más probable es que el 2025, a lo mejor, sea nada. Pero, ¿por qué no permitieron un poquito de un sueño?
El 2024 se va con el veneno que nos trajo, se mete en la historia con su crueldad y el desparpajo de los practicantes de la banalidad del mal, que es hacer daño con espíritu de burócratas, como si no tomaran consciencia del daño que han provocado.
El ánimo exterminador de Milei, a través de miles de manos que ejecutaron los intereses del establishment —que es el más ganador, ambicioso y corrupto que jamás antes—, esa gente ha practicado la banalidad del mal, ha hecho mucho daño a nombre de los propósitos de Milei, que no son otros que los de los ganadores del sistema.
Es a los héroes reales que está dedicado el programa de hoy.