Una tranquila madrugada navideña en Recoleta se transformó en un escenario internacional cuando dos conductores de vehículos diplomáticos rusos se negaron a realizar un test de alcoholemia. Este incidente, que rápidamente escaló a los titulares de los medios, puso en el centro del debate la inmunidad diplomática y su aplicación en casos concretos.
Sergei Baldín y Salomatin Cardmth, a bordo de vehículos con matrículas diplomáticas, fueron interceptados por agentes de tránsito de la Ciudad de Buenos Aires. Al negarse a realizar el test de alcoholemia, los diplomáticos se escudaron en el artículo 31 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, el cual establece que "los medios de transporte no podrán ser objetos de ninguna requisa".
¿Qué dice la Convención de Viena?
La Convención de Viena, un tratado internacional fundamental que regula las relaciones entre los Estados, otorga a los diplomáticos una serie de privilegios e inmunidades con el objetivo de garantizar el desempeño eficaz de sus funciones. Entre estos privilegios se encuentra la inviolabilidad de su persona, de su residencia y de sus archivos, así como la inmunidad de jurisdicción.
En el caso de los vehículos diplomáticos, el artículo 31 establece que estos "no podrán ser objetos de ninguna requisa". Sin embargo, la interpretación de este artículo es compleja y fue centro de varios debates. En este sentido, algunos consideran que la prohibición de la "requisa" se refiere a procedimientos más intrusivos, como registros exhaustivos o incautaciones. Otros, en cambio, sostienen que cualquier tipo de intervención en un vehículo diplomático podría considerarse una violación de este artículo.
La polémica y sus consecuencias
La negativa de los diplomáticos rusos a someterse al control de alcoholemia generó una crisis diplomática entre Argentina y Rusia. Más allá de la polémica en la opinión pública, este incidente podría tener consecuencias a nivel bilateral, afectando futuras negociaciones y acuerdos.
Asimismo, el hecho puso en el centro del debate la necesidad de revisar los mecanismos de resolución de conflictos diplomáticos y de establecer protocolos claros para casos similares en el futuro.
Expertos en derecho internacional advierten que, si no se maneja adecuadamente, este incidente podría sentar un precedente peligroso y debilitar el principio de igualdad ante la ley.