Podía suceder, y sucedió nomás. El diputado nacional por Santa Fe Roberto Mirabella abandonó el bloque Unión por la Patria y se constituyó en otro unipersonal, aunque se define como peronista y pretende seguir dentro del Partido Justicialista pese a que no se siente representado por quienes lo conducen. "El bloque tiene una agenda porteña que no es la de Santa Fe, y mi mandato es defender a los santafesinos", dijo ayer al anunciar la primera escisión de la bancada que preside el rosarino Germán Martínez en el Congreso de la Nación.

"Participo en el justicialismo desde hace más de 35 años. Soy peronista, y esa es mi identidad política. Soy santafesino y peronista, de quienes nos reconocemos en aquel que trabaja, produce, estudia, investiga, agrega valor y alimenta a su familia con el sudor de su frente. Pero antes de ser peronista, soy santafesino", publicó ayer el rafaelino en redes sociales, luego de presentarle a Martínez su renuncia al bloque UxP por escrito y de cuestionar -sin nombrarla- a la jefa del PJ, Cristina Fernández de Kirchner. 

El alejamiento de Mirabella es -según observadores cercanos en el Congreso- un síntoma del clima enrarecido que impregna la bancada justicialista. Por eso a nadie le sorprendió la decisión que tomó ayer y que ahora deja al bloque con 98 diputados.

"Siento un profundo amor por mi provincia, y siento la obligación de defenderla, mucho más frente al cruel ataque que el gobierno de Milei emprende todos los días. Mi obediencia es con Santa Fe y esto me obliga a crear un nuevo espacio donde las prioridades de los santafesinos sean tratadas como esenciales y no como secundarias", continuó.

El espacio unipersonal de Mirabella ahora se llama Defendamos Santa Fe, y deja la representatividad del peronismo santafesino en la Cámara Baja con cinco diputados: Martínez, Diego Giuliano, Eduardo Toniolli, Florencia Carignano, y Magalí Mastaler. Todos desde sectores diferentes pero que hasta ahora mantuvieron unidad a la hora de resistir en el parlamento los embates del eje La Libertad Avanza - PRO - UCR.

Pero Mirabella jura que su rol seguirá siendo de oposición. No obstante, en diálogo con Sí 98.9, deslizó que la jugada se anticipa al año electoral que viene y a abonar una eventual candidatura que por adentro del peronismo le sería menos clara. No solo en la elección legislativa de medio término sino también en la definición de las nóminas de convencionales para la reforma constitucional de Santa Fe. 

El año entrante, justo, a Mirabella se le cumple su mandato parlamentario.

En el peronismo ya están tejiendo Agustín Rossi, Armando Traferri y La Cámpora para consensuar la lista justicialista de constituyentes. Y allí no caben muchas más opciones ajenas. Encima están los intendentes del PJ, los senadores, el massismo. Nada le es familiar a Mirabella. Tampoco al perottismo, que se abrió del mandato partidario y le sirvió la ley de necesidad de reforma al frente Unidos y al gobernador Maximiliano Pullaro.

Todo eso puede que se refleje en el congreso que el PJ celebre este sábado, por teleconferencia. Mirabella sostuvo que participará de ese cónclave, aunque -dijo- la conducción actual no lo representa. El dimitente se declaró "cansado de las chicanas, de liderazgos que imponen agendas de otras realidades". "La agenda que se sigue es una agenda porteña, pensada para el conurbano, y enfocada en liderazgos del pasado", azuzó.

"Seguramente -reconoció el rafaelino- puede haber especulaciones (sobre otros motivos detrás de la decisión), me voy del bloque pero no voy a la Casa Rosada, me voy a Santa Fe a tratar de representar políticamente mejor a mi provincia", insistió. Y concedió que el cálculo electoral está. "Todos los dirigentes políticos tenemos ambiciones, todo cura quiere ser Papa. Pero más allá de lo electoral, no tengo de manera personal una decisión de qué rol tener el año que viene. Eso hoy no lo tengo decidido. Lo que sí decidí es que para cumplir mi mandato como diputado nacional quiero hacerlo de la mejor manera posible, y la división con el bloque hace que si continúo allí no cumpliría con el mandato que los santafesinos me dieron para defender a Santa Fe", machacó. 

Mirabella destacó en clave de reproche que los debates que encara el bloque UxP no son de interés directo para Santa Fe. "La agenda que tiene el bloque no es la santafesina, son urgencias porteñas. No soy un vocero de Buenos Aires en Santa Fe. Soy un vocero de Santa Fe en el Congreso de la Nación. Hoy los santafesinos la estamos pasando mal. No se llega a fin de mes, el desempleo crece y la reactivación no llega. En lo que va del año cerraron cerca de 1300 empresas y se perdieron 22.000 empleos. Las universidades y el sector científico están desfinanciados y la inversión pública absolutamente paralizada. El responsable es el gobierno de Milei, pero también hay una cuota de responsabilidad muy grande del peronismo que necesita hacer una gran autocrítica", reclamó.