“Los asesinatos de mujeres se redujeron en más de un 10 por ciento este año. Esto es gracias al gran trabajo de los ministros Patricia Bullrich y Cúneo Libarona. Detrás de esto está la tolerancia cero con los violentos que matan mujeres”, dijo en la mañana de ayer el vocero presidencial, Manuel Adorni, sin detallar los fundamentos de la supuesta estadística. Y con el cuidado de evitar la palabra "femicidios". Las organizaciones que trabajan en relevamientos sobre violencia de género coinciden en que esos dichos no se condicen con la realidad y demuestran con sus investigaciones que, lejos de haber bajado, los femicidios aumentaron. Entre el 1° de enero y el 31 de octubre de 2023, la Casa del Encuentro contabilizó 243 femicidios en todo el país y 275 en el mismo período de 2024: los números demuestran que no sólo no disminuyeron sino que aumentaron un 13,2 por ciento.
A su vez, el Observatorio contra la Violencia Patriarcal Lucía Pérez registró 308 femicidios hasta la fecha en 2024. Por su parte, la organización Ahora que sí nos ven lleva registrados 289 femicidios y Mumalá contó un femicidio cada 37 horas. En marzo de 2023, según el Observatorio, hubo 30 femicidios, mientras que en marzo de 2024 hubo 33 y en febrero de 2023 hubo 27, al tiempo que en febrero de 2024 hubo 35.
Adorni exaltó además la supuesta política oficial que, según la visión del Gobierno, hizo bajar la cifra de femicidios. “Hace un año funcionaba el por suerte extinto Ministerio de la Mujer, cuyo presupuesto actualizado a hoy serían unos 300 mil millones de pesos. Sin ese ministerio, sin ese gasto y sin ese peso en el bolsillo de los contribuyentes, se lograron bajar en más de un 10 por ciento los crímenes contra las mujeres. Hoy, a los delincuentes se los enfrenta con las durezas en las penas, y no con un ministerio que era para crear empleo militante y para hablar con la e, pero que no hacía nada contra la batalla para que las mujeres fueran violentadas, maltratadas, etc.”, agregó durante la conferencia.
Pero para las organizaciones, el desmantelamiento de las instituciones del Estado que trabajaban en defensa de las mujeres y las diversidades hace justamente que los datos no sean confiables.
El cierre del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad, así como del programa Acompañar y la reducción de los y las trabajadoras de la Línea 144 dejaron en total desprotección a miles de mujeres, niñeces y adolescencias, explican. Además, el ministerio no trabajaba solo para erradicar las violencias y los femicidios sino también para que las mujeres y las diversidades tuvieran una mejor calidad de vida a través de programas para insertarse laboralmente, reducir los embarazos en la adolescencia, entre otros.
Desde el Observatorio Lucía Pérez señalan que el discurso de Adorni no tiene sustento especialmente porque no está contabilizando los femicidios que ocurren por fuera de las relaciones familiares, los que ellas conceptualizan como “femicidios territoriales”. “Son los femicidios que no se ajustan a los modelos epistémicos tradicionales de la teoría de género y que no hablan de vínculos de pareja e intimidad, sino de tramas de narcocriminalidad e impunidad territorializadas”, explica Anabella Arrascaeta. También advierte que en los supuestos datos de Adorni no hay una metodología clara ni fuentes fiables a la hora de construir esa estadística.
Según el relevamiento del Observatorio, hay en el país 118 mujeres desaparecidas. “No somos cifras. No hay políticas de prevención. Si el Estado, por ejemplo, se pusiera a analizar las cifras se daría cuenta lo que significa hacer una declaración en diciembre que es el mes en el que históricamente hay más femicidios. En 5 días hubo 12 femicidios, entre ellos el de una beba de 2 meses y el de una nena de 2 años”, dice Claudia Acuña, también referente de esa entidad.
Por su parte, la Casa del Encuentro contabilizó que entre enero y noviembre de 2024, 307 niñes quedaron sin madre por femicidios.
Mumalá registró a su vez que el 11 por ciento de los femicidas tenía antecedentes penales por violencia de género y que un 5 por ciento pertenecía a las fuerzas de seguridad. Acorde a las investigaciones de este observatorio, la provincia con mayor tasa de femicidios es Chaco y le siguen, Misiones, Santa Cruz, Jujuy y luego, Santa Fe y Santiago del Estero. Según Mumalá, “el 80 por ciento de los femicidios son cometidos por conocidos de la víctima, el 35 por ciento fueron asesinadas con armas blancas, el 56 por ciento en sus viviendas y el 23 por ciento de los femicidios ocurrieron durante la mañana”.
En este contexto, explican desde Ahora que sí nos ven: “El gobierno de Milei fue el único en votar en contra de la resolución de la Asamblea de la ONU para la prevención y la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas. La crueldad como marca de época se hace presente en todos los casos, pero durante el mes de noviembre hubo dos femicidios contra niñas de 8 años que conmocionaron a la sociedad. Uno ocurrió en Córdoba y el otro en Misiones. Aralí Vivas y Fabiana Sirino fueron abusadas sexualmente y luego asesinadas, en ambos casos por hombres cercanos y conocidos. También en noviembre Rita Pilar Almirón, mujer trans, fue asesinada por su pareja, Carlos Romero, en Entre Ríos, y en Bahía Blanca se investiga el posible transfemicidio de la activista Rosario Sansone”.
Mientras Adorni hablaba en la conferencia, Reinaldo Román, cacique de la comunidad wichi de Betania, en el norte de Salta, seguía luchando por encontrar justicia por el femicidio de su hija adolescente de 17 años.
"La primera violencia es el hambre y la pobreza. En nuestros barrios, las mujeres y diversidades parecen condenadas a la violencia y sin un Estado presente, la violencia crece. Las políticas públicas con perspectiva de género aseguraban en nuestras comunidades un acceso para poder acompañar, asistir y en muchos casos prevenir las escaladas de la violencia. El ministerio aseguraba la federalización de esa políticas y complementaba las que se venían ejecutando en cada provincia. Acceder a estos programas era también contar con asistencia psicológica y jurídica para aquellas mujeres y diversidades que atravesaban y atraviesan violencias. Ahora, nuestras compañeras no pueden irse de sus casas donde conviven con situaciones violentas todos los días; eso no entra en las estadísticas de Adorni. Sus dichos no solo son mentirosos sino que refuerzan la política de este gobierno de invisibilizar una problemática que existe en nuestro país en el que cada día una mujer es asesinada por la violencia machista patriarcal”, señala a Página 12 Leonor Cruz, secretaria de Géneros y Diversidades de la CTA Autónoma.