La situación política en Corea del Sur atraviesa un momento crítico tras la destitución del presidente interino Han Duck-soo, aprobada por la Asamblea Nacional. Esta es la segunda destitución de un líder en menos de dos semanas y profundiza la crisis política que comenzó el 3 de diciembre, cuando el presidente Yoon Suk-yeol decretó la ley marcial, generando caos y descontento en el país.
El 14 de diciembre, Yoon Suk-yeol fue destituido tras la decisión de imponer la ley marcial, lo que llevó a Han Duck-soo, quien era primer ministro, a asumir temporalmente la presidencia. Sin embargo, la oposición en la Asamblea Nacional, controlada por el Partido Democrático de Corea, votó a favor de su destitución el viernes pasado, con 192 votos a favor y ninguno en contra. Este hecho dejó a Corea del Sur en un vacío de poder, sin un liderazgo en medio de una situación de tensión interna y externa.
La salida de Han Duck-soo representa un hito en la política surcoreana, ya que nunca antes se había destituido a un presidente interino. Esta medida, que agrava la crisis política, llega en un momento en el que el país enfrenta un complejo panorama económico interno y amenazas externas, principalmente de Corea del Norte.
En este contexto, la destitución de Han deja al país en una situación incierta, sin un líder electo que pueda asumir el control en medio de una difícil situación local. Ante este escenario, el viceprimer ministro y ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, asumirá de forma temporal la presidencia. Sin embargo, la falta de claridad sobre el futuro político del país sigue siendo una preocupación constante para los surcoreanos, que, segun medios locales, ven con preocupación el rumbo que tomará su nación.
La situación no parece mejorar, y las tensiones políticas continúan alimentando el desconcierto generalizado en la sociedad surcoreana. La incertidumbre acerca de la estabilidad del gobierno, sumada a la difícil situación económica y las amenazas externas, mantiene al país en una crisis multidimensional. La resolución de esta situación será clave para el futuro de Corea del Sur y su posición en el escenario internacional.