Rusia llamó este viernes a esperar los resultados de la investigación de la catástrofe del avión azerbaiyano en Kazajistán, que dejó 38 muertos, mientras fuentes oficiales de Bakú pidieron a Moscú reconocer su responsabilidad en el siniestro, al insistir en que este fue causado por un misil antiaéreo ruso.
"La investigación de este incidente aéreo está en curso y antes de las conclusiones posteriores a la investigación no nos sentimos con derecho a dar cualquier tipo de valoración, y no lo haremos", afirmó este viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
Peskov respondió así a una pregunta sobre si la Presidencia rusa había visto la declaración del diputado azerbaiyano Rasim Musabekov sobre la tragedia del avión de las Aerolíneas de Azerbaiyán (AZAL).
Bakú demanda reconocimiento
El parlamentario azerbaiyano dijo la víspera que el avión fue "derribado en territorio ruso, en el cielo de Grozni y es imposible negarlo". Según la agencia Turan, el diputado Musabekov señaló: "debe establecerse la responsabilidad penal de quienes cometieron esto y se debe pagar una indemnización por las muertes y a los afectados".
Agregó que si eso no ocurría, la relación entre Bakú y Moscú quedaría perjudicada. Más tarde, el diputado repitió que Azerbaiyán sigue esperando la disculpa de Rusia, así como unas "explicaciones y un compromiso de que estas situaciones no se repetirían".
Simultáneamente, la compañía AZAL anunció que suspende los vuelos a 10 ciudades rusas, entre ellas, Grozni, Sochi y Majachkalá, en el sur de Rusia. A la vez, se mantendrá la comunicación aérea con Moscú, San Petersburgo, Kazán, Astracán, Yekaterimburgo y Novosibírsk.
Este viernes, AZAL difundió un comunicado con los "resultados preliminares" de la investigación que hablan de unas "interferencias físicas y técnicas externas" sufridas por el Embraer 190 que realizaba el vuelo Bakú-Grozny número J2-8243.
Mientras, los medios azerbaiyanos escriben que Bakú ha rechazado la ayuda financiera y de otro tipo propuesta por las autoridades chechenas a falta de un reconocimiento oficial.
Moscú reconoce ataque de drones
La autoridad aeronáutica rusa Rosaviatsia reconoció este viernes que el aeropuerto de Grozni, al que volaba el avión siniestrado el miércoles, implementó un plan de contingencia ante los ataques de drones ucranianos contra la región rusa de Chechenia.
"La situación en la zona del aeropuerto de Grozni era extremadamente compleja. Los drones ucranianos perpetraban en ese momento ataques terroristas contra las ciudades de Grozni y Vladikavkaz", afirmó el jefe de Rosaviatsia, Dmitri Yadrov, citado por la agencia TASS.
Debido a esto, señaló, el aeropuerto de Grozni ordenó "la salida inmediata de todas las aeronaves de dicha zona". Según Yadrov, "el capitán de la aeronave intentó infructuosamente dos veces aterrizar en Grozni" mientras los controladores aéreos le "propusieron otros aeropuertos". "Tomó la decisión de seguir hacia el aeropuerto de Aktau", en Kazajistán, indicó.
El avión de AZAL se estrelló en las cercanías del aeropuerto kazajo de Aktau, barajándose en un principio las versiones del choque contra una bandada de pájaros o la explosión de un tanque de oxígeno a bordo de la aeronave.
Sin embargo, pocas horas después del siniestro, en las redes sociales comenzaron a circular vídeos que mostraban marcas parecidas al impacto de la metralla de un misil antiaéreo en el fuselaje del avión.
Según el jefe de Rosaviatsia, "la parte rusa informó inmediatamente a sus colegas kazajos y azerbaiyanos sobre su total disposición a colaborar con la investigación de esta tragedia".
EE.UU. ve indicios de derribo
Estados Unidos cree que hay indicios de que un sistema antiaéreo ruso pudo haber alcanzado el avión de Azerbaijan Airlines que se estrelló en Kazajstán, según informan hoy medios estadounidenses.
Según las cadenas ABC News y CNN, que citan fuentes oficiales estadounidenses que no se identifican, existen evidencias de que el avión de pasajeros pudo haber sido derribado por un misil tierra-aire ruso desde un sistema Pantsir-S1. Los detalles de la tragedia podrán esclarecerse tras el descifrado de las cajas negras del avión, que ya se encuentran en manos de los expertos.
En la investigación del siniestro participan también representantes de la compañía brasileña Embraer, fabricante del avión de AZAL, que llegaron hoy a la ciudad kazaja de Aktau, donde tuvo lugar el accidente. Además, Kazajistán espera la próxima llegada de expertos del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de Brasil.