El Ministerio Público de Venezuela informó ayer que el gendarme argentino Nahuel Gallo fue procesado en el marco de una investigación por “acciones desestabilizadoras y terroristas” de grupos locales que cuentan con “apoyo de grupos de la ultraderecha internacional”. En un comunicado del fiscal general Tarek William Saab, señaló además la “clara complicidad” del gobierno argentino con “planes subversivos” contra el Estado venezolano. “No es un terrorista”, salió a responderle la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que antes recibió a familiares de Gallo. “La detención de Nahuel es una mentira, es una falacia. Fue a visitar a su hijo, tenía pasajes de ida y vuelta”, dijo para probar su inocencia.
“Habiéndose cumplido con los plazos procesales correspondientes según lo prevé el Código Orgánico Procesal Penal, el Ministerio Público informa que el Sr. Nahuel Agustín Gallo ha sido detenido al haber intentado ingresar irregularmente a la República Bolivariana de Venezuela ocultando su verdadero plan criminal bajo el ropaje de una visita sentimental”, informó el Ministerio Público, en la primera confirmación oficial de la detención del gendarme, que tuvo lugar el 8 de diciembre, cuando intentaba ingresar al país desde Colombia.
Se lo investiga “por su vinculación a un grupo de personas que intentaron desde nuestro territorio y con apoyo de grupos de la ultraderecha internacional ejecutar una serie de acciones desestabilizantes y terroristas”, añade el comunicado. Destaca que “las declaraciones y acciones realizadas por el gobierno argentino, utilizando a los familiares del procesado, así como la resolución judicial tomada por la Cámara Federal de Mendoza, dejan clara la complicidad de las autoridades de esa Nación en los planes subversivos que buscan atacar por cualquier vía al Estado venezolano y a sus instituciones legítimas”. “Esta Fiscalía, así como todos los Poderes Públicos, nos mantenemos firmes en el supremo deber de preservar y defender la paz, la soberanía y el principio de autodeterminación de los pueblos, como pilares fundamentales sobre los cuales se erige nuestra República”, concluye.
Bullrich y el canciller Gerardo Werthein recibieron ayer a Griselda Heredia y Kevin Gallo, madre y hermano del gendarme, y luego dieron una conferencia de prensa para rechazar la imputación del gendarme, que definieron como “un invento horrible”. “Su entrada fue legal. No fue legal la forma en que lo secuestraron en la frontera”, lanzó Bullrich, y aseguró que su subordinado “no es un terrorista”.
Werthein informó que el Ejecutivo recibió una carta del gobierno venezolano a través de la representación brasileña que está a cargo de la embajada argentina en Caracas. “Su integridad física y psicológica está en perfecto estado”, aseguró, y consideró que “Nahuel pasó de ser un secuestrado de paradero desconocido a ser reconocido por el gobierno”.
Los funcionarios dijeron que “la primera etapa” de las gestiones para intentar la liberación de Gallo son “la nota que nos manda Brasil y esta acusación falsa del fiscal Saab, lo que nos muestra que esto lo estaban preparando estos días en que no reconocieron que Nahuel estaba secuestrado”, dijo Bullrich. Una “segunda etapa” consistirá en pedir sanciones de organismos internacionales y apoyos externos, sugirió. “Queremos que Nahuel Gallo sea devuelto a la Argentina de manera inmediata”, reclamó.
El procesamiento de Gallo se enmarca en la escalada de acusaciones entre los gobiernos de Nicolás Maduro y de Javier Milei. Venezuela rompió relaciones diplomáticas luego de que la gestión libertaria no reconociera el resultado de las elecciones, en julio pasado. En septiembre, el país caribeño revocó la autorización otorgada a Brasil para representar los intereses de la Argentina en su territorio, medida que generó inquietud sobre la seguridad de seis opositores asilados en la embajada argentina en Caracas, que según Venezuela se utilizó para planear actividades terroristas contra su administración.
El 23 de noviembre la Cancillería denunció “actos de hostigamiento e intimidación” en esa sede diplomática y exigió “los salvoconductos necesarios” para garantizar la salida segura de los opositores. El ministro del interior venezolano, Diosdado Cabello, rechazó las acusaciones, calificó a Milei de “fascista” y sugirió que el país debería saldar una supuesta deuda por servicios eléctricos impagos. El 5 de diciembre el gobierno de Maduro calificó las denuncias de la Argentina como “una farsa” y la Fiscalía venezolana anunció que procesaba órdenes de detención contra Milei y otros funcionarios por delitos como robo agravado y asociación para delinquir, por su implicación en la retención y entrega a Estados Unidos de un avión venezolano. El 8 de diciembre se produjo la detención del gendarme Gallo, cuando intentaba ingresar desde Colombia.