Desde Lima
Hundida en una altísima impopularidad -apenas 3 por ciento de aceptación, un récord de descrédito sin precedentes- la presidenta Dina Boluarte está cada vez más arrinconada por el rechazo a su gestión y las acusaciones de corrupción y violaciones a los derechos humanos en su contra. Comenzará el nuevo año teniendo que presentarse ante la Fiscalía para ser interrogada por dos causas: abandono de cargo y la colaboración en la fuga de su exjefe político, Vladimir Cerrón, condenado por corrupción. No son las únicas cusas judiciales abiertas en su contra. Este año tuvo que comparecer siete veces ante