En medio de los anuncios de cientos de despidos en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, vecinos del barrio de Floresta, militantes de derechos humanos y trabajadores se congregaron en el espacio de memoria que funciona en lo que fue el campo de concentración conocido como El Olimpo para “abrazarlo” frente a la política de destrucción que viene implementando el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel.

El viernes, fue en la exESMA; el sábado en el exOlimpo. El encuentro comenzó a partir de las 18 con un micrófono abierto del que fueron haciendo uso miembros de la comunidad y trabajadores para evaluar cómo seguir frente a la política de vaciamiento de los sitios de memoria que viene llevando adelante la administración de La Libertad Avanza. Después, decidieron salir a “abrazar” el predio ubicado en Ramón Falcón y Olivera.

Si los anuncios del gobierno se materializan, en Olimpo ya no habrá personal de mantenimiento, archivo, biblioteca, articulación comunitaria e investigación. También se reducirá al mínimo el área de Educación, que es clave por las visitas que hacen las escuelas al lugar que estuvo activo como centro clandestino de detención, tortura y exterminio entre mediados de 1978 y principios de 1979 como parte del circuito represivo que también conformaron Club Atlético y El Banco.

Una bandera recorrió la actividad: la que decía “sin trabajadorxs no hay memoria”. Allí se mencionaban distintos espacios de memoria que dependen de la Secretaría de Derechos Humanos y están sufriendo el recorte que orquestaron el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona y el secretario Alberto Baños. Los espacios mencionados son cuatro que están en la Ciudad de Buenos Aires –Club Atlético, Orletti, Virrey Cevallos y Olimpo– y dos que están en el interior, el Faro (Mar del Plata) y la Escuelita de Famaillá (Tucumán).

Este mes se cumplieron 20 años desde que Olimpo dejó de estar en poder de la Policía Federal Argentina (PFA) después de un largo proceso de recuperación que encabezaron las organizaciones del barrio, los sobrevivientes y los familiares de quienes estuvieron en ese campo de concentración.

El 9 de diciembre pasado, una comitiva integrada por jueces y fiscales llegó a recorrer el lugar. Entre otros fueron parte de la recorrida Alejandro Slokar, Mariano Borinsky, Daniel Rafecas, Ernesto Kreplak, Adrián Grünberg, Daniel Obligado, Alejandro Alagia y Javier de Luca. Su presencia marcó un espaldarazo hacia el trabajo que se hace en el lugar para preservar la memoria.

Meses atrás, sobrevivientes y referentes de derechos humanos habían acudido a la Cámara Federal de Casación para informar acerca el riesgo en el que se encuentran los espacios de memoria por la política de despidos del gobierno. Esa visita derivó en una recomendación del máximo tribunal penal para que se preserven los archivos y los lugares donde se cometieron crímenes aberrantes.