"A vos no te tengo miedo. Agradecé que estoy en cana. Montoneros hijos de puta". Las amenazas y los insultos partieron de la boca de dos genocidas condenados por delitos de Lesa Humanidad en Mendoza, que están además imputados y siendo juzgados en el marco del Juicio Departamento de Informaciones D-2. Se trata de Julio La Paz Calderón y Armando Fernandez. Fue a la salida de una de las audiencias, cuando se cruzaron en plena calle --tienen domiciliaria-- con familiares de víctimas del terrorismo de Estado.
La situación se dio en la calle, mientras los represores esperaban los autos que debían llevarlos hasta sus casas --donde cumplen condena-- a la salida de una de las audiencias del juicio, iniciado en 2023 privación ilegítima de la libertad, torturas y homicidio contra más de 300 víctimas del centro clandestino de detención que funcionó en el Departamento de Informaciones de la Policía de Mendoza (D-2).
Los familiares de las víctimas responsabilizaron por el hecho a la Corte provincial, que es la responsable de solicitar a la gendarmería que los represores sean trasladados como corresponde hasta su domicilio.
"Agradecé que estoy en cana. Montoneros hijos de puta", amenazaron los genocidas a los familiares, en plena calle y a plena luz del día.
Uno de los represores que anduvo suelto y a los insultos, Armando Fernández, fue el apropiador de la nieta 127, la hija de María del Carmen Moyano y Carlos Poblete, ambos desaparecidos a mediados de 1977 en la ciudad de Córdoba.