La vida está en otra parte, al menos para los tres chimpancés cautivos en el Ecoparque porteño por los que la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (Afada) presentó un hábeas corpus colectivo para solicitar que sean declarados “sujetos de derecho no humano”, para que sean liberados y trasladados a un santuario en Brasil. El presidente de la ONG, Pablo Buompadre, dijo a PáginaI12 que “la situación de los tres, Martín, Sasha y Kangoo es preocupante porque viven en situación precaria, sometidos a estrés y no nos permiten acceder a sus historias clínicas ni hacer una junta médica. Están en manos de la discrecionalidad de un veterinario y de una justicia que no investiga”. El abogado recordó que “la orangutana Sandra –declarada ‘persona no humana’ en 2014– continúa viviendo en el predio y no fue trasladada porque está en medio de un embrollo judicial en el que hay demasiada connivencia política y empresaria, y a las ONG sólo nos queda denunciar, denunciar y denunciar para visibilizar la situación”.
La presentación de Afada en el fuero Penal Contravencional y de Faltas Nº 17 de CABA, a cargo de Norberto Tavosnanska, se realizó tras varios intentos fallidos de acordar con las autoridades el traslado de Martín, Sasha y Kangoo, de 49, 20 y 10 años, a alguno de los santuarios especializados en Brasil.
Buompadre explicó que “si bien el año pasado dejaron de exhibirlos al público, no conocemos su estado de salud. Tenemos un régimen de visita para ver a la orangutana Sandra, sólo nos permiten verla a ella. El 25 de mayo, durante la visita, pudimos ver casualmente a los chimpancés, cuando sobrevolaban los aviones militares. Estaban estresados, vocalizando con los pelos erizados, sobre todo Martín, el más viejo. Tienen tricotilomanía (la perdida recurrente de pelo), están en recintos que no son adecuados para esa especie y con conductas de coprofagia (se comen las heces)”.
El 10 de noviembre, la ONG participó de un encuentro entre las autoridades del Parque, representantes de la Dirección de Fauna Silvestre y Conservación de la Biodiversidad del Ministerio de Ambiente, el Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, entre otras organizaciones.
“Se nos invitó por una cuestión de cortesía, pero no hay un verdadero interés de cambiar la situación de los animales de Ecoparque”, dijo el titular de Afada, y explicó que las autoridades “manifestaron interés de trasladarlos y al mismo tiempo pusieron excusas. Dijeron que Martín por edad y estado de salud no puede ser sedado para el traslado, algo que no nos consta, y al mismo tiempo dicen que lo tienen que dormir para transportarlo a otro sector del parque porque van a realizar un plan de obras. La metodología es no dejar ir a Martín y que ese argumento sean un factor condicionante para que los otros dos que están en perfectas condiciones no se vayan”.
Para intentar que los trasladen, la ONG también intermedió entre las autoridades del Ecoparque y dos santuarios brasileños, ya que en Argentina no hay santuarios para grandes primates. “Evaluamos dos lugares, al que el veterinario del parque viajó. Uno con más de 50 chimpancés llegados de todo el mundo, el Santuario de Sorocaba, a 90 kilómetros de San Pablo, catalogado como Santuario de excelencia por Naciones Unidas; y el otro, el Santuario del Instituto Anami, en el Estado de Parana, en el Sur de Brasil. Ambos, como acreditamos en el expediente, son excelentes lugares”, detalló. Sin embargo, las autoridades argentinas luego “no comunicaron nada, ni bueno ni malo, ninguna respuesta”, señaló Buompadre.
En abril, tras la intervención de Afada, la chimpancé Cecilia, que paso 20 años en el zoológico de Mendoza, luego de ser declarada por la justicia “sujeto de derecho no humano” fue trasladada a Sorocaba. Mientras la orangutana Sandra, declarada la primera “persona no humana” en diciembre de 2014, permanece en el Ecoparque enredada en una maraña judicial.
En este sentido, Buompadre recordó que hay un fallo de Cámara, en la causa penal de Sandra, en el que uno de los Camaristas sostiene que “mientras no se solucione la cuestión de fondo, los magistrados deben ir construyendo jurisprudencia en favor de los animales porque son seres sintientes”.