A partir de nueva información recibida desde Austria, donde está la sede de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés), la Armada redujo el área de búsqueda del submarino ARA San Juan, desaparecido desde hace 14 días con 44 tripulantes a bordo, y concentró el trabajo de ocho buques en un radio de 40 kilómetros cuadrados (de los 70 iniciales), aunque sigue sin haber rastros de la nave. “Un 68 por ciento de la superficie ya fue rastrillada. Ahora, el área de la búsqueda es de 40 kilómetros de radio, que equivale a 20 veces la ciudad de Buenos Aires”, explicó el portavoz Enrique Balbi.
La Armada recibió este martes una información más exacta (ver aparte), de la CTBTO, acerca del lugar en el cual el 15 de noviembre último detectó el ruido de una explosión. Estos datos, “cruzados con los de la Marina de Estados Unidos más la cinemática del submarino (velocidad, dirección, fuerza de las corrientes) permiten a través de las matemáticas acotar la zona de búsqueda”, explicó el vocero. A partir de ese dato, Balbi dijo que la Armada está “agotando todo el equipo de alta tecnología” para dar con el submarino. Ocho buques de varios países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido y Noruega, se encuentran abocados a la búsqueda.
Balbi consideró “muy difícil estimar cuándo” será revisado el ciento por ciento de la zona determinada, porque el proceso de “barrido” es lento debido a la poca velocidad a la que navegan los barcos.
Las condiciones climáticas son buenas para la búsqueda y también para que posiblemente hoy arribe un sumergible de detección ruso, que puede operar a 1000 metros de profundidad.
El portavoz desmintió que el submarino hubiera pedido de ayuda para contar con un buque que lo asistiera frente a una emergencia. “No hay ningún registro de solicitud de una unidad de apoyo”, aseguró. Y comentó que es “normal” que ingrese agua por el snorkel, un dispositivo que permite operar en profundidad sin dejar de tomar aire de la superficie. “Es común que ingrese agua por el snorkel. Había olas de seis metros de altura en ese momento”, indicó Balbi. El ingreso de agua de mar provocó un cortocircuito y un principio de incendio en el sector de baterías, una avería que fue reportada por el comandante y, según la comunicación oficial, subsanada.
Al ser consultado sobre la ausencia “considerable” del “poder político” durante los partes, Balbi defendió al ministro Oscar Aguad. “Soy vocero de la Armada, con la anuencia del ministro de Defensa, que depende del Poder Ejecutivo”, respondió. También aseveró que “toda la información del operativo está debidamente documentada desde el primer día”.
Balbi dedicó además gran parte de la conferencia de prensa a desmentir rumores que habían circulado en los últimos días. Enfatizó que es “totalmente falso” el cable informativo que aseguraba que el submarino había sido encontrado por el barco noruego Sophie Siem a 1050 metros. “No coincide el promotor del despacho con el sello que estaba cortado. Es muy evidente y es una lástima que pasen estas cosas porque están jugando con los sentimientos de los familiares porque dan falsas expectativas”, manifestó y agregó: “La idea es dar un dato preciso, correlacionado con otras fuentes y, si fue un contacto del fondo del mar, chequearlo por diferente sensores y buques”.
En ese mismo sentido, confirmó que el capitán del submarino no requirió que lo acompañara otra embarcación al momento de reportar la avería de “humo sin fuego”. “No hubo ningún pedido de buque de apoyo, no hay ningún registro de solicitud de la unidad porque el capitán no lo entendió como una emergencia ni como algo grave”, insistió.