El programa Regresar del Area Académica y de Aprendizaje posibilitó que 85 estudiantes retomaran sus carreras y logren el título universitario. Desde que se puso en marcha, a mediados del año pasado, este dispositivo busca acompañar a los que por diversas razones no pudieron continuar su recorrido académico para que regresen a la Facultad y se gradúen. Se dirige a los que adeudan el 30% de la carrera o les falta la tesina de todas las carreras de grado de la UNR.
El innovador dispositivo contó con 182 tutores que llevaron a cabo la tarea de acompañamiento y permitieron que la reincorporación de estos alumnos a la Universidad sea más fácil y orgánica. Este programa forma parte de las políticas de retención, promoción y egreso cuya finalidad es atender las problemáticas socioeconómicas, académicas y de adaptación a la vida universitaria.
Algunas historias dan cuenta del alcance del Programa Regresar. Soledad Spensieri es flamante ingeniera agrónoma y desde muy pequeña soñó con tener un título universitario. Hace más de diez años empezó a trabajar full time y se alejó de los estudios. “En este último tiempo entendí lo fundamental que es el acompañamiento en estos casos, pasé de rendir una materia por año, a rendir cuatro, trabajar, realizar prácticas y más, todo al mismo tiempo”.
Brian Jones había dejado la Facultad hace veinte años pero se animó a volver para cumplir su sueño y hoy es arquitecto. "Lo más importante que me dejó la Universidad Pública es lo que me generó como persona, más allá de la formación profesional; la lectura y el debate sobre cuestiones políticas, artísticas, formaron mi opinión, gustos y carácter", dijo con orgullo.
Mauricio Ferrari decidió regresar a la Universidad después de veinte años para cerrar una etapa académica de mucho esfuerzo y sacrificio, como una deuda personal y por la satisfacción de tener un título universitario. Hoy es Ingeniero Electrónico. “Gracias a la Universidad pública pude completar mi desarrollo personal, conocer muchos amigos y entender la importancia de tener acceso a una educación de alta exigencia y nivel”.
Silvia Alegre tiene 57 años. Ingresó a la UNR en 2002 y luego de abandonar en dos oportunidades (por una situación familiar primero y laboral después), ni bien se enteró en redes que existía el programa se anotó. Su empuje fue dar el ejemplo a su hija ya que estaba recibida de la misma carrera. Silvia hace menos de un mes se recibió de Licenciada en Enfermería y quiere seguir estudiando. “El programa fue una gran contención en mi recorrido por la carrera y la tutora fue un sostén. El tránsito por la Universidad me dejó el contacto con mucha gente amante del estudio, con ansias de conocimiento y de apoyar a otras personas en el mismo camino. Conocí valores de vida que fueron fuente de satisfacción y plenitud”.
Estefanía Debay ingresó en 2004 a Comunicación Social. En el último año, dificultades familiares y laborales la llevaron a abandonar la tesina. Veinte años después, viviendo en el exterior con sus tres hijos chicos, se sumó al Regresar y hoy, ya graduada, cuenta que disfrutó del proceso. “Necesitaba concluir tantos años de estudio, de esfuerzo, cerrar de la mejor manera una carrera que disfruté estudiar, donde conocí a mis mejores amigas, a mi marido, el papá de mis tres hijos. No podía quedar así, inconcluso. Necesitaba demostrarme que era capaz de lograr mi título universitario”
Adriana Novaira ingresó a la Universidad en 1974. A pesar de su ilusión por sostener los estudios, atravesó algunos obstáculos que la alejaron, como enfermedades, cuestiones laborales y la crianza de sus hijas. Pero se sumó al Programa y a los 68 años cumplió el sueño de recibirse y ser abogada. “No tengo palabras, aún no lo creo, demostrar a mis nietas que los sueños siempre pueden cumplirse”.
3500 nuevos graduados de Escuela de Oficios
La Escuela de Oficios de la UNR entregó certificaciones a los estudiantes que cumplimentaron durante este año los cursos cortos que integran esta propuesta de formación pública y gratuita. En Santa Fe fueron 3500 los diplomados en más de 70 trayectos de áreas profesionales variadas. Pero ya son 11 mil los que se recibieron en los tres años que está vigente la propuesta.
Tiene como objetivo brindar herramientas de formación socio-laboral a partir de ciclos cortos de capacitación que generen habilidades y destrezas para la inserción laboral en las más diversas áreas, independientemente del nivel de escolaridad alcanzado por las personas que se inscriban.
Los cursos se incorporaron este año al Programa “Impulsa”, una iniciativa del Gobierno de Santa Fe que busca asociar todas las capacitaciones ofrecidas por el sector público con las necesidades específicas del sector privado, para que más santafesinos puedan insertarse al mundo laboral. Asimismo, se puso en marcha un “Punto UNR“ en cada uno de los distritos de la ciudad en donde se dictaron algunos de los cursos de la Escuela de Oficios de manera presencial. Esta es una propuesta entre la Universidad y la Municipalidad que busca atender a las necesidades puntuales de los territorios y las demandas laborales existentes de ese sector.
Los cursos se dictan en distintos espacios de la Universidad, así como en instituciones ubicadas en diferentes lugares de la ciudad y la región facilitando el acceso de las personas que viven más alejadas de los centros universitarios. Los mismos fueron realizados en conjunto por distintas unidades académicas de la UNR y organizaciones sociales y productivas de Rosario. A través de la Escuela de Oficios, la Universidad pretende constituirse en un espacio de formación permanente que busca dar cuenta de la demanda laboral y la construcción de conocimientos de manera más amplia, participativa y autogestionada.
Más egresados del Secundario Otra Vuelta
El 10 de diciembre en el salón de actos de la Facultad de Ingeniería, fueron 23 los estudiantes que recibieron sus diplomas de finalización del secundario en el marco del programa Otra Vuelta. En la ceremonia también se celebró el fin de la cursada 2024 para los 400 estudiantes que cada día participan de las instancias virtuales y presenciales para completar sus estudios.
El programa es una iniciativa de la UNR que comenzó a funcionar en 2022 con tres aulas y casi sesenta estudiantes. En 2023 se amplió a cinco aulas virtuales y otras siete ubicadas en distintos puntos de la ciudad. Y este año se ofrecieron aulas virtuales para estudiantes de las localidades de Villa Gobernador Gálvez, San Jorge y El Trébol.
El plan de estudios es de Bachiller en Ciencias Sociales, modalidad de educación permanente de jóvenes y adultos, educación a distancia y fue aprobado por el Consejo Superior. El mismo prevé el despliegue de estrategias didácticas y curriculares que reconocen la diversidad de puntos de partida de los estudiantes. Se utilizan las tecnologías digitales y los recursos audiovisuales educativos, con un formato de cursado mixto: 70% bajo modalidad virtual mediante el campus de la Universidad y 30% de encuentros presenciales.
Diego Castro tiene 39 años había quedado libre en tercer año en una secundaria de barrio Rucci. “Al año y medio de dejar volví a intentarlo en un EEMPA, pero comencé a trabajar de noche en gastronomía y no pude cumplir. Y después pasaron los años”, recordó y contó que su hermana, que estudia Antropología en la UNR, le pasó el link para anotarse en Otra Vuelta. “La opción virtual me pareció muy interesante porque si bien terminar el secundario de manera virtual existe en otros lugares, son privados y arancelados, y en este caso me interesaba la posibilidad de cursar desde mi casa y escuchar la clase de manera autónoma”.
Elisabet Torres es una de las graduadas de este año. Tiene 42 años, es madre soltera y vive en barrio Belgrano. “Dejé de estudiar en mi adolescencia, después retomé muchas veces, quise terminar en un EEMPA, pero no me daba ya la paciencia”, cuenta. En su caso el horario de trabajo para cursar fue el principal motivo que interrumpió sus estudios. Hasta que el año pasado una vecina le contó de este plan de la UNR y decidió intentarlo una vez más. “Me costó mucho pero hoy me siento muy orgullosa por mi y por mi hija, es un ejemplo para que sepa que nunca hay que bajar los brazos y que cualquier piedra que se te meta en el camino hay que patearla y seguir”, expresó.