En Brasil se observa con preocupación en el movimiento de derechos humanos y cierto sector de la prensa la posibilidad latente de un nuevo intento de golpe de Estado. La omnipresente influencia castrense en la sociedad civil es una derivación de cómo el país salió de su extensa dictadura. En 1985, las fuerzas armadas se retiraron del gobierno con su propia Constitución vigente (que se extendió hasta 1988) sin ser juzgados sus crímenes y con una amplia amnistía. La reciente detención del general