La industria no para de destruir empleo. En septiembre se perdieron 2100 puestos de trabajo que en la medición sin estacionalidad arroja una contracción de 3100 empleos en el sector. Cuando se comparan los datos con el mismo mes del año pasado la caída alcanza hasta las 27.000 posiciones, una pérdida equivalente al 2,2 por ciento del empleo en esas actividades. La baja en la producción fabril acumulada desde el recambio de Gobierno arroja una retracción de 67.940 puestos de acuerdo a los registros administrativos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). El crecimiento en las importaciones de bienes de consumo, la estancada demanda interna, las subas de tarifas y las nuevas formas de intervención estatal en los conflictos laborales son algunos de los factores que explican el desempeño de la ocupación manufacturera desde finales de 2015. Textiles, confecciones, cuero, calzado, electrónica y química son algunos de los sectores afectados.
Las estadísticas difundidas ayer por el Ministerio de Trabajo muestran, no obstante, una mejora en los niveles de empleo total. Los informes dan cuenta de la creación de 38.100 puestos en septiembre de los cuales 8100 corresponden a asalariados del sector privado. El resto de la mejora se explica por la incorporación de 12.700 nuevos monotributistas, 6400 empleados públicos y 10.500 monotributistas sociales. La dinámica presentada por las cifras oficiales da cuenta del deterioro en la calidad del empleo donde la destrucción de empleo en la industria es compensada con trabajo precario y de menor remuneración. La experiencia histórica revela que las transformaciones sobre el universo laboral que propuso el Gobierno en sus reformas no son acompañadas por un proceso de creación de empleo.
El desempeño es similar en la comparación interanual donde se registra la creación de 248 mil puestos. Uno de cada cuatro de esos empleos corresponde a monotributistas sociales. No se trata de nuevos puestos sino de un proceso de regularización de la situación laboral a través de esa modalidad. El fenómeno responde a la decisión del Gobierno de extender la Asignación Universal por Hijo a ese universo de trabajadores a partir de abril del año pasado. El empleo público da cuenta de 17 por ciento de los empleos creados mientras que los monotributistas anotados en el régimen explican el 33 por ciento de los puestos. Así 75 de cada 100 empleos creados en septiembre corresponden a posiciones inestables y de bajos ingresos.
Los datos oficiales publicados ayer revelan que la ocupación manufacturera anotó bajas mensuales en dieciocho de los veintidós registros publicados desde que Jorge Triaca y Francisco Cabrera se hicieron cargo de las carteras de Trabajo y Producción, respectivamente. Sin embargo, la retracción observada es más que compensada por las mejoras en la construcción. Impulsada por la obra pública, la actividad muestra un alza de 5400 puestos en el mes y 46.200 en términos interanuales. El sector Comercio y reparaciones anotó en septiembre una mejora mensual de 1300 puestos y registra una suba frente al mismo período del año pasado de 11.600 empleos. Existen otras tres actividades, además de la industria, que mostraron bajas contra 2016: Explotación de minas y canteras con una merma de 3300 posiciones, Agricultura con un retroceso de 800 empleos e Intermediación Financiera con una baja de 200 puestos.
Las autoridades de Trabajo aseguraron ayer que “la creación de empleo está estable”. La Encuesta de Indicadores Laborales que ofrece un anticipo para el desempeño del empleo privado arrojó en octubre una variación mensual del 0,4 por ciento y un incremento frente al mismo mes del año pasado del 1,6 por ciento. Las mejoras mensuales se observaron en la mayoría de los aglomerados con excepción de Gran Bahía Blanca que presentó una variación negativa de -0,2 y Gran Mendoza, Córdoba y Jujuy que no mostraron cambios. En términos interanuales el incremento alcanzó a todos los aglomerados y está explicado por el crecimiento en Gran Buenos Aires (1,2).