Desde Barcelona

UNO El miedo es un muy conocido animal extraño, piensa Rodríguez. Nada envejece más rápido que el miedo (que aquello que nos da miedo) y, sin embargo, el miedo es inmortal: porque sabe renovarse y ponerse al día y noche. El miedo permanece y, cuando pierde valor (el valor del miedo pasa por la intensidad del miedo que provoca), el miedo se las arregla para mutar y atacar desde otro ángu