La segunda prórroga del Presupuesto 2023, que implica otro año más sin ley de leyes, no sólo despertó críticas en la oposición al gobierno nacional sino también entre especialistas del mundo de las finanzas públicas. Se trata de un paso más en el deterioro institucional nacional y refleja de lleno el cuadro de desintegración de los consensos mínimos al interior de los partidos políticos de la Argentina.