Las vacaciones de verano son un momento que muchos aprovechan para viajar y conocer nuevos lugares. Algunos buscan destinos para descansar, mientras que otros buscan vivir nuevas aventuras y disfrutar de la naturaleza. Y hay uno que combina un poco de todo: Iguazú.

Año tras año, la ciudad de Misiones es un destino predilecto por los turistas tanto nacionales como internacionales, por su variada oferta que mezcla paisajes, cultura, gastronomía y travesías para todos los gustos y bolsillos. Todo en medio de un contexto natural en la selva misionera.

Las Cataratas del Iguazú son el lugar más icónico de esta ciudad. Sus saltos de agua la convirtieron no solo en un Patrimonio de la Humanidad, sino también en una de las siete maravillas naturales del mundo.

Allí pueden realizarse varias actividades, como recorrer sus extensas pasarelas recorriendo los distintos saltos de agua hasta llegar a la imponente Garganta del Diablo, como también sus otros senderos para conocer sobre la fauna y flora misionera.

Pero hay muchas cosas para hacer y recorrer en Iguazú. Otro de los lugares icónicos es el Hito de las Tres Fronteras, desde donde pueden verse ciudades vecinas de Paraguay y Brasil, como también la conjunción de los ríos Iguazú y Paraná. Además del monumento, se puede navegar por el río en catamarán.

La ciudad también cuenta con la Costanera Eduardo Arrabal; el Guira Oga, donde puede conocerse más sobre las plantas, la biodiversidad y el cuidado de la flora y fauna local; y la “Feirinha”, donde productores ofrecen dulces caseros, quesos, licores y artesanías.

En lo que respecta a alojamiento, Iguazú cuenta con más de 15.000 plazas disponibles que van desde hoteles de lujo con amenities y vistas privilegiadas, hosterías y cabañas familiares, y hoteles para quienes buscan opciones más económicas sin perder la calidad y el confort.

AVENTURA Y RELAX

Para quienes busquen aventuras extremas, en Iguazú se pueden hacer distintas actividades como canopy en medio de la selva o rappel.

En las Cataratas, Iguazú Jungle Explorer brinda una experiencia imperdible navegando las aguas del río en barco para ver los saltos desde una nueva perspectiva, llena de adrenalina.

Para quienes buscan relajarse, pueden optar por alojarse en los hoteles rodeados de naturaleza para conectar con el entorno, visitar los spas y probar la gastronomía que mezcla sabores locales y técnicas ancestrales con la modernidad.

Nota realizada por Karen Apaza Flores