Tras la reciente firma del nuevo convenio, se normaliza paulatinamente la atención a afiliados de IOMA en las dos regionales donde el servicio estaba cortado, como consecuencia del conflicto con la Femeba.
Se trata de las regionales Chacabuco- Junín, por un lado, y Azul-Olavarría por otro, donde el conflicto con la federación se extendió por casi tres meses, afectando a alrededor de cien mil socios.
La primera incluye los distritos de Colón, General Arenales, Leandro N. Alem, Chacabuco, Viamonte, General Pinto, Florentino Ameghino, Alberti y Bragado. La segunda abarca también Tapalqué, Alvear, Lamadrid, Daireaux, Laprida y Lincoln.
Los problemas comenzaron ante las reiteradas quejas de afiliados de la zona, tanto por la demora para conseguir turnos en especialidades críticas como pediatría y ginecología y por cobros indebidos, popularmente llamados "copagos".
A estos reclamos se sumó el malestar del directorio del instituto por la negativa de los profesionales a adoptar las herramientas digitales que permiten tanto una gestión más eficiente de los recursos y planificación estratégica en base a los datos recolectados, como una mejor trazabilidad del dinero y reducción de los fraudes.
"A las demás obras sociales les aceptan el sistema de token digital, pero por alguna razón con IOMA quieren seguir trabajando en papel, ¿no es llamativo?", ironizó en su momento una alta fuente del instituto.
El conflicto escaló al punto de que IOMA se abrió a la contratación de nuevos prestadores, rompiendo el esquema de cautividad que la dejaba en manos de la Femeba desde su nacimiento, en la década de 1950.
En concreto, Femeba es una entidad de segundo grado, compuesta por los distintos círculos médicos locales de la provincia. Los médicos integran los círculos, de manera que su relación con la federación está intermediada. Con el convernio anterior, el histórico, Femeba centralizaba la facturación y el cobro de honorarios, que posteriormente depositaba a a los profesionales.
En contextos de alta inflación, como el que sucedió a la devaluación de 120 puntos efectuada por el gobierno de Javier Milei en diciembre de 2023, se profundiza una tendencia preexistente, a demorar pagos para realizar colocaciones financieras, aprovechando las altas tasas que ofrece el mercado.
Cuando las autoridades del IOMA expusieron la situación, se produjo un quiebre en el frente de los médicos. Mientras algunos siguieron respaldando a Femeba, otros optaron por contratos directos o a través de sus círculos, pero prescindiendo de la federación.
El primero es el caso, por ejemplo, del círculo de Bragado. Su titular, Paula Blaiotta, sostuvo que “Bragado siempre se mantuvo firme, con la convicción de que el acuerdo con IOMA debía ser a través de Femeba". "Igualmente hubo 14 de los 68 médicos que firmaron un convenio con IOMA por su parte y renunciaron al círculo, lo que fue mal visto entre los colegas por la falta de fuerza gremial", contó.
Lo contrario ocurrió en Junín, donde el círculo médico fue el primero en avenirse a firmar con IOMA, prescindiendo de la mentada intermediación, tras dos lock outs sucesivos declarados por Femeba en la zona, que dejaron a los pacientes sin atención y a los médicos sin trabajar. Apenas se conoció la noticia, la cúpula de Femeba sancionó al círuclo médico de Junín, dejando su afiliación en suspenso, a modo de represalia.
“Se llegó a un acuerdo muy bueno para la Federación Médica, e implica lo mismo para IOMA, y en esto hay que agradecer a mucha gente involucrada por la cual la obra social se sentó a negociar. No es menor, y es realmente una cuestión a celebrar, porque ni los Círculos Médicos, ni los médicos ni los pacientes pueden subsistir tanto tiempo con la obra social cortada, sin prestaciones ni atención”, afirmó el vicepresidente del círculo juninense, Fernando Serra.
Como contrapartida, siguen los reclamos de tres clínicas privadas en Mar del Plata: 25 de mayo, Pueyrredón y Colón. Se trata de un conflicto que data de principios de 2024. En la ciudad costera, la estructura sanatorial no siguió el crecimiento demográfico y las clínicas se encuentran sobredemandadas, situación que se agrava en los meses de temporada turística.
Frente a esta situación, las clínicas pretendieron ajustar por precio. Esto es, cobrar un arancel diferencial del que se aplica al resto de la provincia. La gestión que encabeza Homero Giles no convalidó el planteo y el conflicto escaló y se judicializó. Ahora está en manos de la Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo de La Plata.
La respuesta del instituto fue la construcción de un nuevo centro de atención propio, cuya apertura es inminente. Tendrá 2 mil metros cuadrados que contendrán 10 consultorios médicos, laboratorio de extracción de sangre, acceso a diagnóstico por imagen como tomografía y resonancia, entre otras; buscará cubrir todas las especialidades y, a futuro, contará también con un quirófano.