No solo la obra pública experimentó el parate este año, también la construcción privada frenó el ritmo que traía desde el fin de pandemia y en 2024 hubo en Rosario 10% menos de permisos de edificación otorgados por la Municipalidad de Rosario. Y en cuanto a superficie a edificar, la comparación interanual también exhibe un volumen 17% inferior en metros cuadrados al registro del año pasado. 

La estadística surge del portal abierto de la Municipalidad, Datos Rosario, que traza el comparado de la construcción en la ciudad entre diciembre de 2021, salida de pandemia, y noviembre 2024. Indica que en este año se libraron unos 1.000 permisos para cubrir un total de 383.000 m2 nuevos, lo que implicó un 17 por ciento menos que en el 2023, cuando se habilitaron 460.000 m2 para levantar viviendas, oficinas y locales comerciales en el ejido urbano. 

De todos modos, tanto el año pasado como este exhibieron un promedio bastante inferior a la media histórica entre 2010 y 2019, que está en un total de 743.000 m2 por año.

Se trata de los trámites que los privados deben presentar ante la Dirección de Obras Particulares de la Municipalidad de Rosario antes de emprender una construcción individual o un desarrollo inmobiliario mayor, ya sea de vivienda familiar, locales comerciales o estructuras industriales. Y este indicador sirve como tester para examinar la marcha de la actividad económica en la ciudad, y la perspectiva para el año que sigue.

La estadística que brinda la Obras Particulares arroja que los permisos otorgados en noviembre (105) representan exactamente la mitad de la media histórica, de 210. Mientras que la superficie aprobada se redujo significativamente ese mes, representando el 21,4% de la media histórica. 

Los meses de mayor intensidad para las hormigoneras fueron setiembre (110 permisos otorgados, para construir 56.842 m2), y octubre (109 permisos, 51.903 m2). Y los meses más calmos en este aspecto fueron marzo (76 permisos, 49.253 m2) y abril (86 permisos, 16.998 m2).

En términos monetarios, todo se resume a una cuestión de costos. Según el Instituto Provincial de Estadística y Censos (IPEC), la construcción volvió a pegar otro incremento en noviembre, y acumuló 124 por ciento interanual. Ninguna paritaria empardó ese nivel. De acuerdo con eso, construir en el Gran Rosario cuesta 702.363 pesos  por metro cuadrado. Es decir que, para erigir una vivienda de unos módicos 70 m2, haría falta disponer de 49.165.000 pesos y contando. Una más grande, 100 m2, a partir de los $ 70 millones. 

El encarecimiento de la construcción en esta última parte del año vino a un ritmo de 3 a 4% mes a mes, y acumuló 76% en el semestre, según datos de la Cámara Argentina de la Construcción. No tanto por el coste de materiales que, salvo algunos rubros, casi no registró variaciones una vez que pasó el cimbronazo de la devaluación y la demanda se desplomó allá por abril y mayo. Lo que sí marcó la suba fue la mano de obra, a razón de 4 por ciento, y el rubro "gastos generales", en un 23,7%.

De los insumos para la construcción, el portal municipal de datos abiertos relevó al mes de diciembre que respecto de noviembre los materiales que más aumentaron de precio son yeso (+8%), cerámicos (+6), y hormigón elaborado (+5).

El declive que marca la estadística municipal es una realidad que en el mercado inmobiliario ya se barajaba a comienzos del año, cuando la devaluación y el salto superlativo de costos hizo que las constructoras acusaran el golpe, y hasta los particulares con pequeñas obras y reformas también desensillaran hasta que aclarara.

Todavía no aclaró en términos firmes, pero la desaceleración inflacionaria insufló en este último tramo del año cierto optimismo en los operadores inmobiliarios rosarinos. 

Cifran su confianza en lo que los analistas suponen que deberá canalizar los dólares del blanqueo de capitales. "Eso, con la inflación controlada, se va a traducir en la recomposición del crédito hipotecario", confió el titular de una constructora de la ciudad.