Víctor Hugo Morales recordó a Jorge Lanata tras su muerte, este lunes, a sus 64 años. El conductor repasó por la 750 la trayectoria del periodista e integrante del equipo fundador de Página/12 y aseguró que fue, para muchos, “el mejor” en lo suyo, según de qué lado del arco político cada quien se pare. Pero aclaró: “El mínimo goce ante lo que vivió Lanata habla mal de uno mismo. Habrá tiempo de evaluar su trabajo, pero no es este”.
Víctor Hugo Morales y el último adiós a Lanata
Se ha muerto un enorme profesional, para muchos el mejor, según cómo nos situamos en el espectro político. Seguí atentamente los padecimientos de Lanata de estos meses. Sé lo que es estar en esa lucha, y nadie debe olvidar que muchas veces es así el final propio o el de muchos seres queridos. A nadie se le puede desear. El mínimo goce ante lo que vivió Lanata habla mal de uno mismo. Habrá tiempo de evaluar su trabajo, pero no es este.
Me indigna, sí, que lo tratara tan mal el Grupo que tanto le debe. A Magnetto y cia les hizo ganar miles de millones de dólares, nada más que con Telecom. Los choznos de los choznos de la cúpula mafiosa tienen con Telecom una canilla abierta de miles de millones de por vida. Y eso ocurrió gracias a que pusieron a Macri de presidente. Nadie se jugó tanto como Lanata por ese candidato. No es una especulación absurda decir que fue decisivo.
Sin embargo, al final, cero gratitud. Lo que más discutían en Clarín-Mitre era hasta cuándo le pagaban el salario.
—Si sigue internado, ¿hasta cuándo bancamos?
—Bueno... está el contrato, ¿no?
No terminaban de decidir si era hasta el 30 de noviembre o diciembre que le iban a pagar. Lanata, al morir, les ayudó a darse la respuesta que buscaban. El pago final de Clarín me hubiese gustado que lo viera Lanata. Yo quería que se recuperara para que viera lo que le estaban haciendo.
Una tarde, por las malditas razones de rating, convirtieron a la esposa en una ladrona. Pasaron en TN no menos de 25 veces una imagen en la que la señora levantaba algunos objetos mínimos del escritorio de su marido. Lo hicieron porque, a la misma hora, otro canal había anunciado hablar de Lanata. Una atrocidad periodística, una de las tantas. Después no pudieron sostener la infamia, por supuesto.
Cuando daban la información sobre su periodista enfermo, lo hacían en las secciones "fama" o "espectáculos". Qué falta de respeto. Cerraban la información solo para suscriptores, tratando de captar lectores que tenían curiosidad sobre el tema, usándolo hasta en esas circunstancias. Si querés saber de Lanata, pagá.
En la crónica de ayer ponían, en palabras de otro periodista, que había jurado no trabajar para Clarín, un comentario socarrón. Pasaban la última factura de la vieja pelea que habían sostenido en la primera década del siglo. Pero... lo decía un "otro".
Lo que rescatan de la trayectoria de Lanata aparece, justamente, cuando dicen que fue cuando abandonó las izquierdas perdedoras. Cuando hizo una lectura de la otra realidad del país, que viene a ser Clarín. En esa etapa, sí, Lanata fue un periodista valioso.
Hubiera sido justo, hasta para el propio Lanata, que se recuperara y pudiera ver si valía la pena dar la vida por quienes ni a él lo respetaron al final.