Casi mil personas afectadas por los ataques del grupo islamista Hamas del 7 de octubre de 2023 pidieron este miércoles el establecimiento de una comisión estatal para investigar los errores que permitieron a los milicianos palestinos llevar a cabo su ofensiva contra Israel.

Varios medios israelíes publicaron una carta firmada por rehenes liberados, cientos de familiares de los asesinados y soldados heridos, entre otros, pidiendo una investigación a nivel estatal. "Solo una comisión estatal de investigación tendrá las herramientas y el mandato para investigarlo todo y a todos", asegura la misiva.

Críticas a Netanyahu 

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que hasta la fecha no ha aceptado ninguna responsabilidad por los hechos ocurridos hace casi 15 meses, se ha negado a considerar la puesta en marcha de un proceso de investigación público mientras continúe el conflicto bélico en la Franja de Gaza. Su postura le ha valido las críticas de la oposición e incluso de algunos de sus aliados, como el exministro de Defensa Yoav Gallant, quien fue muy crítico, mientras todavía ocupaba el cargo, con la decisión del mandatario.

La mayoría de la sociedad israelí, incluso los votantes que apoyan a la actual coalición de Gobierno, están a favor de que se establezca una comisión estatal para investigar el 7 de octubre, según las encuestas. El Gobierno, por el contrario, puso el foco en las investigaciones militares. El mes pasado, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenó al jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, presentar antes de febrero de 2025 todas las investigaciones del Ejército sobre los ataques, y dijo que no aprobará los nombramientos de nuevos generales hasta entonces.

La masacre

El 7 de octubre de 2023 representó uno de los mayores fracasos militares y de inteligencia de la historia de Israel: miles de milicianos palestinos, liderados por Hamas, lograron atravesar la valla fronteriza y atacaron a las comunidades cercanas a la Franja de Gaza, en el que mataron a unas 1.200 personas, casi todos civiles, y secuestraron a otras 251. Casi 100 siguen cautivos en el enclave, pero el ejército israelí estima que al menos 34 de ellos murieron.

Dos días antes de Navidad, Netanyahu se limitó a decir ante el Parlamento: "Todo lo que hacemos no puede ser desvelado, pero estamos actuando para traer (a los rehenes israelíes) de vuelta a casa. Me gustaría decir, con prudencia, (...) que no pararemos hasta que todos hayan regresado". 

"Quiero decir a las familias de los rehenes que pensamos en ustedes y que no abandonaremos a sus seres queridos, que son también los nuestros", agregó el primer ministro, cuyo gobierno fue acusado semanas atrás por Human Rights Watch y Médicos Sin Fronteras de cometer "actos de genocidio" en la ofensiva encabezada por su ejército en Gaza.