Narrar y contar historias -para la niñez- es el desafío. Algo que la dupla que componen Ernesto Parrilla y Nacho Yunis cultivan en Los Angirû, cuya tercera entrega sitúa a Catalina, Valentina, Martín (un churrinche), Pablito y Germán (un yacaré), de excursión por las islas. A los humedales hay que cuidarlos y defenderlos, y hacia allí se dirige el grupo. Los Angirû se ha vuelto una de los hallazgos dentro del catálogo de historietas del sello rosarino Rabdomantes Ediciones.

“César (Libardi, editor) tenía la idea de hacer una saga de historieta infantil hace tiempo; me lo comentó hace muchos años en Crack Bang Boom, creo que en la presentación de una edición de la revista Quimera. Y un par de años después me contactó para concretarla, invitándome formalmente a ser el guionista del proyecto. Nacho se sumó al poco tiempo; recuerdo que en una muestra de Carlos Barocelli en el Fontanarrosa, charlando con César y pensando estilos para la historieta, surgió su nombre. A Nacho lo tenía muy presente de El gran Tiago, la historieta infantil que hacía con la editorial santafesina Pirincho Ediciones. Y coincidimos en que sería alguien ideal para lo que se quería contar”, comenta Ernesto Parrilla a Rosario/12.

“En Los Angirû no se busca la moraleja, pero sí tratar problemáticas o cuestiones propias de la infancia. César planteó esas bases en el primer volumen, y al día de hoy, ya escrito el cuarto guion, se mantiene esa premisa, teniendo en cuenta además la cantidad de palabras por página y el número de viñetas. En cuanto a lo argumental, que sea simple para entenderlo pero que no deje de ser divertido, repleto de situaciones y con personajes vitales y llenos de energía”, continúa el guionista.

En su apartado, Nacho Yunis destaca con su gracia dinámica, visualmente atractiva, en donde la caracterización de los personajes y el uso del color interactúan para el logro de lo que importa: la narrativa. “Al momento de dibujar para chicos pienso en ciertas cuestiones, pero muchas veces no, porque mi dibujo se orienta naturalmente hacia lo humorístico. Sí trato de que el dibujo sea claro, que se entienda y sea simpático, y que los colores sean cálidos; más aún si necesito ilustrar algo con un tono no tan descriptivo pero sí emocional”, señala el dibujante.

-¿Qué aporta el trabajo de cada uno al otro?

Ernesto Parrilla: -Nacho redescubrió los personajes escritos en el primer guion y les dio una nueva forma, vitalidad, voz, imagen, todo. No puedo pensar esos personajes con otros rasgos. Ya no recuerdo cómo los imaginé originalmente. Me encanta cuando los hace gritar; entonces, en cada libro escribo alguna viñeta en donde eso suceda. Pero, además, Nacho está muy atento a los detalles, tanto visuales como de guion. Su aporte es constante, no solo como dibujante. Aporta ideas, consejos, puntos de vista. De igual manera con César. El guion no está escrito hasta que ellos lo leen, comentan, y le dan el visto bueno. Firmamos dos, pero somos tres.

 
 

 

Nacho Yunis: -Se nota el oficio de Ernesto, por la claridad que tiene, porque no es lo mismo ser escritor de literatura que ser guionista de cómics. Hay gente que escribe muy bien literatura pero a la hora de escribir un guion se nota que no se maneja el lenguaje, el guion de historieta es más técnico y requiere de saber pensar una página en secuencias y escenas; en una viñeta, por ejemplo, no se pueden poner 50 personas hablando y con detalles mínimos. Y todo eso, Ernesto lo hace de taquito.

-¿Tuvieron comentarios por parte de los pequeños lectores y lectoras?

Yunis: -Por lo que me dicen hijos de amigos y de colegas, o mis propias hijas, les ha gustado y los personajes les parecen lindos, les gustan el grupo y las aventuras. Hay amigos que me mandaron fotos donde muestran que algunas de las historietas están hechas pelota, porque están muy leídas; mi alma de coleccionista llora, pero como dibujante estoy contento.

Parrilla: -Ha sido toda una sorpresa, porque no estoy tan acostumbrado a las devoluciones con tanto afecto. Muchos, incluso en mi ciudad, en Villa Constitución, donde hay lectores que se han sorprendido de saber que uno de los autores vive en el mismo lugar. En la Crack también me han demostrado afecto, y la pregunta constante es ¿van a hacer otro?

-¿Y van a hacer otro?

Parrilla: -Mientras César lo disponga, claro que sí. En teoría, iban a ser solo tres, pero Nacho ya está bocetando el cuarto libro. En lo personal, me encanta sumergirme en el universo de Los Angirû y más ahora, con una hija de cuatro años que en breve comenzará a ser lectora y crítica de la saga. Ojalá Los Angirû nos diviertan durante mucho tiempo.

Yunis: -El número cuatro saldrá en algún momento del 2025, y estoy muy entusiasmado; desde el número 1, es algo que ha ido tomando carrera y siempre con más ganas.