La avanzada del gobierno de Javier Milei contra las políticas de Memoria, Verdad y Justicia al cerrar los organismos que funcionan en el predio de la ex ESMA, amenaza como desarticular, entre otros, al Archivo Nacional de la Memoria (ANM).

Se trata de un órgano desconcentrado de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, que fue creado a través del Decreto 1259 del 16 de diciembre de 2003, firmado por el presidente Néstor Kirchner.

La misión del ANM es obtener, analizar, clasificar, duplicar, digitalizar y archivar informaciones, testimonios y documentos sobre el quebrantamiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales en que esté comprometida la responsabilidad del Estado Argentino y sobre la respuesta social e institucional ante esas violaciones. 

El decreto firmado hace 21 años le otorga “carácter intangible al material testimonial, documental e informativo que integre el Archivo Nacional de la Memoria, por lo que el mismo deberá conservarse sin cambios que alteren las informaciones, testimonios y documentos custodiados”. Por eso, se preservan y ponen a la consulta tanto los fondos y colecciones custodiados por el ANM como los producidos por la misma institución.

Desde enero de 2020, el ANM impulsa el proyecto de normalización archivística de su acervo documental. La primera etapa del proyecto se centró en la identificación de los productores de los fondos y colecciones, en la recuperación de los contextos de producción e historias archivísticas de los mismos y en la elaboración de una descripción general en cada caso.

En el catálogo del Archivo hay diversas colecciones, así como material de programas de televisión y noticieros. En 2021, en el marco del Mes de la Memoria, se presentaron los primeros resultados del proyecto en marcha. La documentación que se ofrece para la consulta en la plataforma es de acceso público irrestricto. 

En estas horas lo rodea la incertidumbre.