La edición del Rally Dakar 2025 se pondrá en marcha este viernes con seis categorías y varios argentinos que intentarán dar pelea. En el primer día de actividad se realizará la etapa llamada "Prólogo", en la que los participantes deberán recorrer un total de 79 kilómetros, aunque sólo 29 de ellos serán cronometrados.

La acción fuerte comenzará el sábado, cuando se lleve a cabo la etapa 1, que consta de 499 kilómetros. El recorrido de esta edición constará de 12 etapas que se disputarán hasta el 17 de enero, con un recorrido total de 7.700 kilómetros, aunque se cronometrarán 5.100 de ellos.

Entre pilotos y navegantes habrá 807 competidores repartidos en 439 vehículos para las seis categorías: motos, autos, camiones, challenger, SSV y stock.

Argentinos que sueñan con dar pelea

La mayor ilusión para los representantes argentinos está en la categoría de motos, donde los máximos exponentes son los hermanos Kevin y Luciano Benavides, ambos de KTM, que buscarán destronar a estadounidense Ricky Brabec.

El primero de ellos incluso ya sabe lo que es liderar la clasificación general, dado que se quedó con la primera edición en 2021 y 2023.

En lo que respecta a autos, el único argentino será Juan Cruz Yacopini, que correrá con una Toyota Hilux. Esta categoría tiene como principales candidatos al príncipe qatarí Nasser Al-Attiyah (Dacia), al francés y nueve veces campeón de World Rally Championship Sébastien Loeb (también con Dacia) y al español Carlos Sainz (Ford).

Por último, en la categoría Challenger, en la que compiten los prototipos de UTV o vehículos areneros, estará el matrimonio cordobés de Nicolás Cavigliasso y Valentina Pertegarini.

Los primeros argentinos que ganaron el Dakar fueron los hermanos Marcos y Alejandro Patronelli, quienes tuvieron un gran dominio en la categoría de cuatriciclos (quads) en las primeras ediciones que se llevaron a cabo en la Argentina.

Los otros argentinos que se impusieron en esta categoría fueron Nicolás Cavigliasso y Manuel Andújar.

La actividad, por estas horas, es intensa en el campamento de Bisha, ciudad ubicada al sur de Arabia Saudita y que alberga los cuatro primeros días de la competencia en la edición número 47 del Rally Dakar. Es la sexta consecutiva que se desarrolla en dicho país de Medio Oriente, que renovó su contrato para tener a la carrera más dura del mundo hasta 2029. 

Los trabajos no cesan en las carpas que hacen las veces de garajes como si fuesen boxes gigantes. Se trata de una aldea nómada de 3.500 personas que se va trasladando de sedes y cuya logística comienza a armarse un año antes.

A unos 30 kilómetros de la ciudad y sobre la Ruta 30, se ubica el campamento rodeado de montañas y con una temperatura que no pasa de los 20 grados durante el día y baja en la noche. El viento se hace sentir y el polvo que es moneda corriente hace mella sobre la ropa y el cuerpo. Pero esto es el Rally Dakar. Infobae está presente en el evento que se desarrolla en Medio Oriente y pudo averiguar los detalles de cómo se llega a armar esta pequeña ciudad itinerante.

Quizá ya no es el ambiente amateur y de condiciones extremas que soñó el creador de esta carrera, Thierry Sabine, quien en 1977 se perdió en una carrera en Africa y, tras pasar dos noches en el desierto, vivió un punto de inflexión que lo llevó a organizar una competencia en la que los participantes pudieran arrojarse a la aventura, pero en un desafío extremo.

A diferencia de las carreras en un autódromo donde los boxes están siempre en el mismo lugar, en las competencias de rally todo se traslada según donde sean las etapas y hay una por día. En esta edición son 12 y como si fuese una pequeña ciudad tiene 19 calles y una avenida central que divide la zona de los competidores y con la organización y el resto de quienes trabajan en el evento.

Por lo general, el inicio de la competencia es siempre en una ciudad que tenga salida al mar para que la mayor parte de los vehículos puedan llegar en barcos. No se trata sólo de los autos, motos y camiones que corren (este año son un total de 339), sino también los vehículos de asistencia de los equipos y la propia organización del evento.

Una vez que finaliza la competencia, Amaury Sport Organisation (ASO), empresa a cargo de la carrera, destina un sector de su staff para comenzar a delinear la logística del año siguiente. Entre abril y junio se define el recorrido y luego una comitiva de emisarios de ASO viaja a los lugares donde se armarán los campamentos que cuentan con una extensión de 30 hectáreas.