Montenegro empezó el año 2025 con un suceso trágico y violento que estremeció a toda la nación. Aleksandar Martinovic, un hombre de 45 años, perpetró un ataque en la ciudad de Cetinje, en el sur del país, que dejó un saldo de 12 muertos, entre ellos dos niños. El fatal incidente comenzó con una pelea en un restaurante local, tras la cual Martinovic regresó a su hogar, tomó una pistola y volvió al lugar para desatar la tragedia. El hombre asesinó a cuatro personas en un primer lugar y continuó su matanza en tres locaciones distintas, incluida su propia casa. Finalmente, Aleksandar se quitó la vida cuando estaba acorralado por la policía.
Este brutal ataque generó una gran conmoción en Montenegro, un país conocido por su cultura armamentística, pero que hasta ahora había tenido relativamente pocos tiroteos masivos. En respuesta, el presidente Jakov Milatovic expresó su sorpresa y dolor a través de las redes sociales, destacando el contraste entre la celebración del Año Nuevo y el luto nacional que ahora vive la nación.
El gobierno declaró tres días de luto oficial, mientras la sociedad lidia con el impacto de esta tragedia. El primer ministro, Milojko Spajic, también se mostró afectado por el hecho y destacó que el ataque expuso -una vez más- el debate sobre el control de armas en Montenegro.
Un país con mucha gente armada
El país tiene una de las tasas más altas de posesión de armas por persona en el mundo, un porcentaje que comenzó a alertar a la población ante la facilidad con la que los ciudadanos pueden acceder a ellas. En consecuencia, Spajic enfatizó la necesidad de revisar las leyes que regulan la circulación de armas.
Este trágico incidente recordó el tiroteo ocurrido en Cetinje en 2022, cuando otro hombre armado mató a diez personas en un conflicto familiar. Aunque la policía descartó vínculos con el crimen organizado, la violencia armada sigue siendo una preocupación constante en la región.