El portazo del diputado nacional José Núñez en el PRO, al romper con el bloque en la Cámara Baja para acercarse a La Libertad Avanza, dejó crujiendo al partido amarillo en Santa Fe aunque su autoridad máxima, Gisela Scaglia, soslayó esa fuga y las duras críticas que le prodigó a su gestión y al rol del partido dentro del frente Unidos para Cambiar Santa Fe. De todos modos, parece que el éxodo recién comienza y será más numeroso. "Vamos con Milei a fondo, Argentina no quiere más pseudo progresismo", lanzó ayer otro legislador desde Rosario, Gabriel Chumpitaz.

"Es como en todo en la vida. Si no querés estar más, no estás más y listo", minimizó ayer la vicegobernadora ante la consulta de Rosario/12. Aseguró que la partida del legislador referenciado en Federico Angelini y con buena llegada a Patricia Bullrich no fue comunicada de manera oficial, sino que la conducción del partido se enteró a través de la prensa. 

"Lo de José solo lo sé por su declaración en los medios. No recibí ninguna nota. Y te digo más: el viernes fue la reunión del Consejo Directivo en la que aprobamos la permanencia del PRO dentro de Unidos. Él (Núñez) estaba en la reunión. Y no votó en contra ni tampoco pidió la palabra", remarcó Scaglia.

La presidenta del partido enfatizó en el carácter unánime de la decisión de ese cónclave del viernes en continuar la alianza forjada con la UCR y el socialismo, entre otros partidos, y le restó importancia a los dichos del diputado que se fue como para no subirle el precio a su estatura política. En este sentido, replicó que las diatribas de Núñez "hablan de su opinión, no de la mía".

Dicho eso, cerró el tema: "No tengo mucho para decir. Es obvio que no coincido en nada, si no no sería la vicegobernadora y la presidenta del del partido", señaló.

Como Roberto Mirabella retirándose del bloque Unión por la Patria, Núñez también salió del grupo (pero del PRO) con polvareda y cuestionamientos a la conducción del partido. Siempre fue renuente a que Scaglia tomara las riendas, y en privado disentía con ella por su identificación con el sector de Horacio Rodríguez Larreta, incluso por su buen diálogo con Martín Lousteau y sectores que en el macrismo identifican más con las palomas que con los halcones. 

Otros intuyen en la deserción un reacomodamiento para la elección de constituyentes prevista para abril próximo. 

"Tengo la decisión tomada de ir con La Libertad Avanza, porque Unidos es una mescolanza donde el PRO no tiene nada que ver", declaró esta semana. Fue el desenlace de lo que ya predicaba a mitad de año, cuando requería que el partido fundado por Mauricio Macri profundizara su alianza con La Libertad Avanza y alineara a todo el partido en las provincias. 

"Hicimos una prueba una vez y nos equivocamos, a pesar de que ganamos. Porque no se practican los valores del PRO ahí (en Unidos), se practican los valores del Frente Progresista Cívico y Social. Si nos equivocamos dos veces somos tontos, o estamos solamente por los cargos", soltó en una nota al diario El Ciudadano. Se sabe, Núñez acostumbra a definir la coalición oficialista de Santa Fe como "Unidos por el cargo", otra muletilla de cuño mileísta.

El bloque amarillo en el Congreso quedaría con 36 votos, por ahora. Pero los que conocen la cocina del PRO santafesino calculan que el salto de Núñez a La Libertad Avanza puede ser el principio de un éxodo mayor. 

"El acercamiento con LLA tiene que ver con la necesidad de confluir en un espacio liberal de centro derecha, que refleje los pensamientos y las ideas que el PRO siempre llevó adelante. Ideas de libertad, respeto por la propiedad privada y por el estado de derecho", definió el diputado Gabriel Chumpitaz a Rosario/12

"En Santa Fe el PRO tiene básicamente tres vertientes y dos de ellas se acercan a los pensamientos liberales. La restante quizás se sienta cómoda con el socialismo en Unidos", agregó en alusión a la corriente que representa la vicegobernadora Scaglia.

"Nosotros elegimos dar la discusión política en torno a las ideas y no a la conveniencia de pertenecer a un espacio de poder como es el gobierno. En términos personales nos llevamos excelente con cada uno de sus integrantes, pero no tenemos nada que ver con el socialismo a la hora de construir futuro. Dentro del bloque del PRO somos la vertiente que sigue y trabaja junto a Patricia Bullrich, allí está nuestra construcción y allí seguiremos estando", reforzó el ex concejal rosarino. 

"La inmensa mayoría de los diputados nacionales del PRO de Santa Fe comulga con las ideas de la libertad y no del progresismo, nosotros somos fieles a nuestras ideas. El PRO dentro de Unidos se quedó con sabor a poco, fue interesante la alianza electoral para derrotar al kirchnerismo, pero luego a la hora de gobernar se perdió nitidez y volumen político. En consecuencia -añadió Chumpitaz- el partido perdió protagonismo".

Dicho eso, remató: "Conformarse con ganarle al peronismo es como conformarse con clasificar a un torneo y luego solo participar. La idea era transformar la vida de la gente basando las políticas públicas en las ideas liberales y bajo las banderas históricas del PRO... Bueno, eso nunca ocurrió ni ocurrirá así como están dadas las cosas. En términos personales tenemos excelente relación con todos los actores políticos", finalizó.

Y como es un convencido de que el dilema del país hoy es "comunismo o libertad", es muy probable que finalmente repita la misma decisión de su compañero de bloque. En esta misma corriente se anotan la diputada Verónica Razzini, a quien Chumpitaz arrimó a la arena política y otros legisladores rosarinos como Luciano Laspina y Alejandro Bongiovanni.

Las posiciones de Núñez hacia demasiados puntos que afectan al gobierno de Maximiliano Pullaro y Gisela Scaglia presuponen que no tiene retorno mientras la vice conduzca el partido en Santa Fe. En declaraciones funcionales al deseo de LLA, el diputado criticó que el PRO no haya resistido el desdoblamiento de la elección de medio término. "Pullaro tiene miedo que la campaña se nacionalice", interpretó. Por otro lado, se muestra frontalmente crítico de la bicameralidad, al punto de que quiere ser convencional constituyente para bregar por la supresión del Senado.