"Este año fue totalmente desastroso. Nuestra estructura es pequeña, pero logramos mantenernos porque somos una pyme familiar. Sin embargo, los aumentos en servicios como luz, gas, internet y transporte alcanzaron un 300 por ciento, lo que fue prácticamente imposible de absorber”, sostuvo Marcelo Morimmano, quien junto a su hermano es dueño de la juguetería De Princesas y Piratas, una pyme familiar de La Plata. Su experiencia coincide con los datos revelados recientemente sobre la actividad económica en la capital bonaerense.
La economía de La Plata enfrenta una crisis sin precedentes, de acuerdo a los últimos datos del Indicador de Actividad Económica local (IAELaP) correspondientes al tercer trimestre de 2024. Mientras los bonaerenses no terminan de sortear los coletazos de las políticas económicas del gobierno nacional liderado por Javier Milei de este año, La Plata quedó al descubierto como un territorio especialmente vulnerable debido a su estructura productiva, con sectores clave en retroceso y sin los amortiguadores necesarios.
Según el informe del IAELaP, la actividad económica de La Plata ya había caído un 6,2 por ciento interanual en el tercer trimestre de 2024. Se trata del tercer dato negativo consecutivo después de tres años de crecimiento post pandemia. Aún más preocupante es que los niveles actuales de actividad se encuentran 3,9 puntos porcentuales por debajo de 2019 y 8,4 puntos por debajo de 2018. Esta situación viene reflejándose a nivel provincial en los informes que el ministro de Economía bonaerense, Pablo López, publicó a lo largo del año en el que dio cuenta que la actividad económica osciló una caída de casi 8 puntos, mientras que el consumo en supermercados cerca de 11 puntos.
La crisis afecta con fuerza a los sectores tradicionales: industria manufacturera, comercio, construcción, transporte y administración pública, siendo estos últimos dos particularmente castigados por el ajuste fiscal y la caída en el poder adquisitivo en el bolsillo de los bonaerenses.
En este contexto, el comercio es uno de los sectores más perjudicados. De acuerdo a los datos del informe, el comercio minorista cayó un 10,7 por ciento, mientras que la venta de automóviles descendió un dramático 14 por ciento. Además, el comercio mayorista también sufrió una retracción del 6,8 por ciento.
Diego Piancazzo, gerente de la Cámara de Comercio e Industria de La Plata, habló con Buenos Aires/12 y detalló: "Como primera medida, tenemos la caída de las ventas en los comercios minoristas, lo que hace que bajen las ventas en la industria, y que la capacidad instalada en la industria esté funcionando al 65 por ciento en promedio en todo el año".
Piancazzo también destacó que a partir de esta situación ocurrió un cambio en los hábitos de consumo en los últimos meses: "La gente pasó a consumir marcas alternativas, terceras líneas de las empresas, más baratas. Además, las compras mensuales y quincenales prácticamente desaparecieron. Hoy, con suerte, hay compras semanales y, en muchos casos, compras día a día”.
Esta apreciación es compartida por Morimmano con respecto al comportamiento de sus clientes y a cómo tuvo que adaptarse: “En esta Navidad y ya desde antes, la gente compró los regalos para esa fiesta y también aprovechó a adelantar los de Reyes Magos para ahorrarse unos mangos. Además, esta vez nosotros ya pusimos a la venta mochilas para aquellos padres que quisieran adelantar ese gasto de cara al comienzo de clases”. Si bien el dueño de la pyme familiar, que cuenta con un empleado externo, reconoció que hubo una leve mejoría en las ventas navideñas, aclaró que lejos estuvo de una recuperación económica. "Cuando hay previsibilidad con los precios, uno puede manejar mejor el stock y ofrecer productos a precios más competitivo. Hemos llegado a tener un aumento de un 100 por ciento en los valores de los juguetes cuando sabemos que somos un rubro de tercera o cuarta necesidad. Por eso, tuvimos que reinventarnos y empezamos a vender productos por Mercado Libre”.
Piancazzo mencionó que este leve repunte en líneas generales se dio hacia finales del año, impulsado por promociones bancarias y los beneficios de Cuenta DNI, además de la reaparición de cuotas sin interés en rubros como indumentaria y electrodomésticos. De igual manera, el informe de IAELaP no incluye las ventas navideñas cuyos datos todavía no fueron dados a conocer oficialmente y estarían incluidos dentro del próximo relevamiento correspondiente al cuarto trimestre de 2024. Proyectando el comportamiento descripto por los comerciantes, no hay expectativa respecto a una mejora en esos datos.
En contraste con el panorama general, el sector inmobiliario mostró algunos signos de recuperación, con un incremento del 27 por ciento en las escrituraciones respecto al tercer trimestre de 2023. Este crecimiento se debió, principalmente, al abaratamiento relativo del metro cuadrado construido en comparación con el "a construir", de acuerdo al informe.
Retroceso, pérdida del poder adquisitivo y desempleo
La industria manufacturera, uno de los pilares económicos platense, continuó su tendencia negativa. Las caídas más pronunciadas se vieron en la producción de autopartes, aluminio e industria química.
Por su parte, la construcción, un sector clave en la generación de empleo, sufrió una retracción interanual del 16,3 por ciento. Aunque mostró un pequeño repunte respecto al trimestre previo, los niveles siguen 9 por ciento por debajo de los de 2019.
Agustín Lódola, director del Laboratorio de Desarrollo Sectorial y Territorial de la Universidad Nacional de La Plata que realizó el estudio, explicó en diálogo con Buenos Aires/12: "La Plata está sufriendo la crisis económica en forma más negativa que el promedio país, debido a su estructura productiva. A diferencia del total nacional, donde las caídas son amortiguadas por la recuperación del agro y el crecimiento de la producción de gas y petróleo, en La Plata esos factores no están presentes”.
A su vez, Lódola advirtió que el verdadero problema en 2025 será el empleo: "La Plata es el segundo aglomerado con desocupación más alta según la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, y las expectativas sobre el empleo no son optimistas”. En términos nacionales según el último informe publicado por el INDEC, este dato se apoya en que la desocupación fue del 6,9 por ciento en el tercer trimestre de este año y alcanzó a casi 1,5 millones de argentinos con un aumento de 1,2 puntos porcentuales con respecto a la misma etapa del año pasado. Mientras que en el Gran Buenos Aires la desocupación es del 8,4 por ciento.
El informe señala una pérdida del 25 por ciento del poder adquisitivo de los salarios en términos reales durante 2024. Esta caída impacta directamente en el comercio y en los servicios, donde se observa un estancamiento generalizado.
El desempleo, por su parte, fue otra de las grandes alarmas. A nivel local, los cierres de pequeñas y medianas empresas (pymes) se tradujeron en una reducción significativa de empleos formales e informales.
"Con el cierre de 10.000 pymes a nivel nacional, el desempleo creció exponencialmente. Muchos empleados, tanto en blanco como en negro, quedaron fuera del sistema económico", explicó Piancazzo.