A semanas del escándalo por el pago ilegal del Ejecutivo nicoleño a los ediles de su bloque, cuatro de los seis concejales del peronismo se negaron a sesionar en el último encuentro del 2024 y expusieron la situación ante los medios locales en conferencia de prensa. 

"Si es verdad que hubo concejales que recibieron pagos que no corresponden a su dieta, queremos saber cuál fue el objeto de ese pago, si hubo algo a cambio y qué decisiones implicó", dijo la titular del bloque, Cecilia Comerio, al reclamar explicaciones públicas al presidente del cuerpo legislativo, Daniel Luchelli

Esa respuesta no llegó y los conocedores de la política local y los manejos del passaglismo entienden que no ocurrirá, a pesar de la denuncia penal presentada por los abogados del sindicato que advirtieron que, además, el extra que correspondía a los municipales exceptuó sin explicaciones a un grupo de trabajadores. Las denuncias públicas también incluyeron una presentación ante el órgano de control, el Tribunal de Cuentas provincial. 

El Presupuesto igualmente fue aprobado, porque el intendente Santiago Passaglia cuenta con una mayoría compuesta por once concejales ingresados por JxC y dos libertarios denominados "oficialistas blue", que en la práctica son totalmente funcionales a los intereses del intendente. Una de ellas es la abogada Sol Arance, hija de un dirigente del sindicato municipal minoritario, afín al oficialismo.

Sin embargo, como consecuencia de esta situación, se produjo la ruptura por parte del concejal radical Agustín Barba. Este, identificado con el sector de Martín Lousteau y Facundo Manes, que en la reciente interna partidaria postuló a Pablo Domenichini, venía meditando su salida del passaglismo, por tener un marco de alianzas provincial y nacional distinto, pero recién la concretó en estos días.

La novedad del premio arbitrariamente abonado a los concejales generó profundo malestar en la ciudad. Coincidió con el dato del INDEC, según el cuál el desempleo local aumentó 6,5 por ciento en el segundo trimestre a 7,2 en el siguiente, y se espera que la última medición sea aún mayor, como consecuencia de los conflictos que atraviesan las empresas siderúrgicas.  

Ya en los noventa, cuando el entonces presidente Menem privatizó Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina (Somisa), la principal industria local, San Nicolás se convirtió en la capital de las remiserías y los maxikioscos, emprendimientos que en su mayoría no prosperaron, en los que los despedidos de la siderúrgica estatal invirtieron sus indemnizaciones.

La decisión de Passaglia de premiar a quienes considera "sus" concejales viene a remediar parcialmente un artilugio administrativo por el cual los concejales de San Nicolás cobran menos de un millón de pesos mensuales, cuando la dieta en los distritos circundantes oscila entre dos y tres millones.

Ocurre que la Carta Orgánica de los municipios bonaerenses establece por ley la remuneración que deben percibir los concejales en 4,5 salarios administrativos de planta. Pero los Passaglia, ahora Santiago, antes su hermano Manuel y más atrás Ismael, padre de ambos, aplican a ese cálculo el salario de ingresante de 30 horas semanales, que nadie cobra porque no hay ingresos a planta, y por eso permanece hace tiempo en 140 mil pesos. 

Los demás municipios utilizan como medida el salario efectivamente percibido. Ahí radica la importancia económica del premio. Desde una perspectiva política, en cambio, marca claramente a quienes el passaglismo considera propios, parte de su familia.

Los dos concejales peronistas que dieron quórum en la sesión del presupuesto se abstuvieron de votarlo. Entre otros motivos, porque implicaba la convalidación del régimen de retiros voluntarios abierto a mediados de 2023. 

Esta herramienta, combinada con distintos aprietes por parte del personal jerárquico, le permitió al gobierno deshacerse de unos 150 trabajadores, cuyas tareas son ahora realizadas por cooperativistas, monotributistas y distintos tipos de precarizados. 

A los monotributistas, que cobran 390 mil pesos por jornadas de trabajo de doce horas y deben pagarse ellos mismos el monotributo ante la ARCA, les adeudan todavía el aguinaldo, que debió pagarse el pasado miércoles 18. 

El viernes pasado se depositaron los salarios de enero al conjuntio de la planta. La excepción fue el secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales y autor de la investigación sobre los premios ilegales, Rodolfo Cecchi. Tras intimar legalmente a su empleador, cobró tres días más tarde.