El 2024 termina dejando una extensa acción propagandística con el fin de instalar una sensación de triunfalismo por parte de la ultra derecha mileista, incluyendo el despliegue de su “batalla cultural”, con el propósito deliberado de destruir no solo el Estado y los derechos sociales; sino también el entramado de valores que sustentan la idea de Nación Soberana, de Pueblo arraigado en su identidad