La fábrica de calzado deportivo del grupo brasileño DASS en Coronel Suárez, que antes perteneció a Gatic, el histórico licenciatrio de Adidas en el país, envió a sus trabajadores los telegramas de despido, a través de los que anuncia el cierre de la planta.
DASS es un grupo de origen brasileño, que integra componentes y fabrica calzado para las multinacionales Nike y Adidas, pero además tiene las licencias de Umbro y Fila para la región. Nike y Adidas, desde la apertura importadora iniciada por el Gobierno de Javier Milei, prescindieron de las ensambladoras, ya que les resulta más económico importar.
Y lo mismo le ocurre a Dass con Umbro y Fila: prefieren traer los productos terminados desde casa matriz. La pregunta que se hacen en el sector es cuánto falta para que la otra planta del grupo, ubicada en El Dorado, Misiones, corra la misma suerte.
DASS es el principal empleador privado en el distrito de Coronel Suárez y uno de los impulsores de la economía local. Por esa razón, el anuncio golpea a los trabajadores directos, pero también para comerciantes y proveedores de servicios en general.
En ese distrito, Milei ganó las presidenciales de octubre con 33 puntos y se impuso en el balotaje por 65 a 35, diez puntos por encima de la media nacional. Sin embargo, quien deberá ponerle el pecho a la situación derivada del plan económico del libertario es el intendente justicialista Ricardo Moccero, uno de los hombres cercanos al gobernador Axel Kicillof.
"Nuestro hospital va a estallar en el invierno"
El jefe comunal entró en alerta ante la novedad. Una de sus máximas preocupaciones tiene que ver con el impacto en el sistema de salud. "Son 360 familias que tienen obra social por dos o tres meses y después se corta. Nuestro hospital va a estallar en el invierno, ya estamos viendo eso y no hay mucha alternativa cuando cuando no hay respuesta del gobierno nacional", planteó Moccero en diálogo con Buenos Aires/12.
En ese plano, dijo estar "a la espera" de una respuesta del jefe de Gabinete de Milei, Guillermo Francos. "Sí tuve respuesta de la Provincia, ya que advertimos al gobernador lo que está sucediendo con esto, se puso a disposición, me llamaron los ministros y estarán llegando desde el Ministerio de Trabajo para hablar con el gremio y con los empleados", valoró.
"Es una situación muy grave para nosotros que somos 43 mil habitantes, ya despidieron 400 personas. Muchos de los que que indemnizaron podrán poner algún negocio que puede llegar a andar al principio, pero después se nos va a complicar mucho. Más que nada me preocupa el área de salud y los alquileres que no van a poder pagar; esto es bastante grave", evaluó el intendente.
El gremio pidió la intervención
El secretario General de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra), Agustín Amicone, dijo a Buenos Aires/12 que "lo concreto y grave es que lamentablemente la empresa mandó telegrama de despido los 360 trabajadores diciendo que habrá un cierre definitivo. Es lastimoso. Todo el personal estaba de vacaciones, se tenía que reintegrar el día 7. Algunos ni siquiera están en la ciudad y desde el lunes veremos qué medidas se tomarán; nosotros estamos dispuestos a hacer lo que haya que hacer".
El gremialista confió haber pedido "la intervención" al gobernador Kicillof, al tiempo que mantuvo comunicaciones con el Ministerio de Trabajo, a cargo de Walter Correa.
"Nosotros queremos salvar a la planta, cuidar los puestos de trabajo. Por lo que vi en los telegramas la empresa no puso en cuestión las indemnizaciones, sino que por el contrario la pone a disposición y dice que la abonará en la cuenta sueldo", postuló Amicone, quien destacó que la de DASS "es la planta más importante del distrito, con personal ocupado en la fabricación de calzado deportivo".
El caso sorprendió al gremio, dado que, en sus palabras, hay otras fábricas en el territorio bonaerense que no solo están trabajando "a full", sino que hasta convocan a los trabajadores a realizar horas extra.
"Nuestra interpretación es que la empresa se agarra de la decisión del gobierno de liberar las importaciones, como no hay regulación, lo que estaba haciendo en Suárez, lo importarán. Este grupo tiene una empresa en El Dorado, y se comentó que una parte de la producción la llevará ahí, aunque en una cantidad mucho menor", marcó el dirigente sindical.
Nada nuevo
El anuncio de DASS es la reedición de lo que el sector sufrió entre 2018 y 2019, cuando el gobierno nacional que encabezó Mauricio Macri implementó las mismas políticas que ahora. Entonces cerraron fábricas y hubo despidos en Las Flores y Chivilcoy. Paquetá dejó a 600 personas en la calle y la misma DASS se deshizo de 180 trabajadores en Misiones.
Algunas de esas empresas volvieron a abrir, con menos trabajadores y otras composiciones societarias, en plena pandemia. A partir de 2022, quienes habían atravesado esa experiencia al mando de sus empresas, se organizaron para impulsar la sanción de una ley de promoción de esa industria, que los blindara frente a una nueva ola aperturista, como efectivamente está ocurriendo.
Ese proyecto, con la firma de la diputada camporista Constanza Alonso, obtuvo media sanción de diputados y dictamen favorable de comisión en senadores en 2023. Pero la inminencia del balotaje impidió que se tratara en el recinto, dejando un sabor amargo tanto al sindicato Uticra, como la Cámara de la Industria del Calzado, que preside Alberto Sellaro.
En aquella ocasión, el titular de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja, envió 72 cartas, una a cada senador, reclamando el tratamiento del proyecto, que entonces consideraba estratégico. El giro de 180 grados de la central, que deja hacer a Milei y por momentos hasta aplaude el industricidio, causa un profundo malestar en el sector.
Tampoco les sorprende que el gobierno libertario haya designado a Pablo Lavigne como secretario de Industria. Es uno de los autores del denominado "Plan Australia" de la administración macrista, que dividía a las industrias en tres columnas: las competitivas, las que debían reconvertirse y las que estaban condenadas.
La iniciativa de la diputada Alonso intentaba saldar una vieja discusión acerca de los beneficios de la importación frente a la producción nacional. En teoría, la importación irrestricta favorece al consumidor, porque la apertura incentiva la competencia y la baja de precios. Sólo en teoría: el consumo per cápita entre 2016 y 2019, cuando el macrismo liberó el ingreso, tanto de componentes como de pares terminados, fue menor al ciclo anterior y al actual.
Alonso es oriunda de Chivilcoy, donde la brasileña Paquetá había abierto su planta en el Parque Industrial en 2007 y se fue ampliando hasta 2016. Ese año, entre la apertura de importacones y los tarifazos, sus operaciones comenzaron a decrecer, hasta cerrar sus puertas en 2018, convirtiendo a la ciudad, de la noche a la mañana, en la de mayor desempleo de toda la provincia.
En 2021, un grupo de inversores argentinos se hizo cargo nuevamente de la planta, que reabrió bajo el nombre de Bicontinentar. Tras tres balances positivos consecutivos, esa empresa tuvo un 2024 complejo, que terminó con una reestructuración. Pasó de un modelo de negocios de ensamblar para terceros a lanzar marcas propias para evitar el cierre. La más importante es Argie, de botines de fútbol, que ofrece a través de un sistema de comercialización directa a clubes y ligas.
"La diferencia entre un grupo extranjero y un grupo argentino es que al primero le interesa vender en Argentina y no le importa dónde produce. El grupo argentino, en cambio, se juega la supervivencia", resume la misma fuente.