Aun sin certezas sobre cómo será el modo de votación en la provincia de Buenos Aires y sin saber si se realizarán o no las PASO, el año electoral comenzó y la política entra en modo campaña.

En medio del debate por el recorte de fondos con el que Javier Milei castiga a la provincia de Buenos Aires y el Presupuesto que la oposición le denegó a la gestión de Axel Kicillof, la Legislatura bonaerense se prepara para renovar la mitad de sus bancas. En medio de eso, no son pocos los que esperan definiciones sobre la posibilidad de dar marcha atrás con la ley que pone límites a las reelecciones indefinidas, dado que la normativa no solo impacta en los municipios, sino que también alcanza a los diputados y senadores.

El tema será incorporado al temario de reuniones que comenzará la semana que viene, tal como reconoció el titular de la cámara baja provincial, Alexis Guerrera, en una entrevista con Buenos Aires/12.

Facundo Tiganelli culminará su segundo mandato  como diputado provincial en diciembre. 

Todos los sectores juegan por cosas importantes. El oficialismo peronista reunido en Unión por la Patra sabe que no puede regalar nada y necesita de una mayor cantidad de escaños para apuntalar los últimos dos años de gestión del gobernador. Los espacios de la oposición como el PRO, la UCR y la Coalición Cívica apostarán por ampliar sus bancadas aunque sin certezas de qué lista los contendrá, los libertarios, en sus diversas facciones de “puros” o “dialoguistas”, saben que no van a perder, pero sí querrán ir por mucho más para instalarse en la provincia pensando en 2027. 

Qué se pone en juego en la Cámara de Diputados

La Cámara baja renovará 46 bancas. El peronismo hoy tiene una mayoría de 37, pero no le alcanzan para aprobar los proyectos en soledad y requiere de negociaciones con los diversos sectores de la oposición.

Este año se renuevan los escaños de las secciones Segunda, que pone en juego 11 sillas, las 18 bancas de la Tercera, las 11 de la Sexta, y las seis de la Octava, que sólo contempla a los representantes de la ciudad de La Plata. 

En 2021, la elección que definió los representantes cuyo mandato vence el 10 de diciembte, el peronismo, la Unión Cívica Radical y el PRO se repartieron los lugares en juego, a excepción de las dos bancas que ganó el Frente de Izquierda en la Tercera sección. 

Maricel Etchecoin, presidenta del bloque de la Coalición Cívica en la cámara baja bonaerense. 

Ahora estos espacios entraron en alerta ante la llegada del sector libertario, que ya comenzó a tejer redes en todas las secciones a partir del accionar del armador designado por Karina Milei, Sebastián Pareja.

Además, La Libertad Avanza abrochó en el último año a los “halcones” de Patricia Bullrich, que pegaron el salto desde el PRO, dejando formada un interbloque de 13 integrantes. Los movimientos en los territorios ya comenzaron a tomar forma, con el fin de ampliar aún más ese número.

Otro caso de interés lo marca el espacio de Unión Renovación y Fe, más conocido como el de los “libertarios dialoguistas”, un grupo de legisladores que ingresó a través de las listas violetas, pero que rompió con Javier Milei antes de asumir.

Este espacio, comandado por Fabián Luayza y Gustavo Cuervo, también va por la amplitud ya que sólo pone una de las nueve bancas en juego. El poderío del espacio está en la Primera y en la Tercera, donde a mediados de año ya se empezó a trabajar el armado de una “tercera vía”; aunque aún no hay definiciones sobre qué lista los cobijará.

Los radicales también tienen varias cosas en las que pensar. Es que a lo largo del año funcionaron en dos bloques de ocho y siete miembros. Uno responde a Maximiliano Abad y el otro a Martín Lousteau y a Facundo Manes. Este segundo espacio, Acuerdo Cívico UCR+GEN, pone en juego seis sillas azules.

El PRO, en tanto, quedó con 13 bancas tras la fuga de los bullrichistas e intentará contener los ocho espacios que pone en juego, uno de ellos el del propio presidente del bloque, Matías Ranzini. En estas filas aguardan con cautela saber qué pasará con los acuerdos a nivel nacional entre el titular del partido, Mauricio Macri y el Gobierno libertario, que ya dio muestras de prescindencia de los amarillos.

Por otro lado, de seguir adelante con la ley que limita las reelecciones quedarán sin chances de ir por otro mandato Mariana Larroque, Facundo Tignanelli, Susana González, Nicolás Russo, Cuto Moreno y María Fernanda Bevilacqua (Unión por la Patria); Adrián Urreli y Matías Ranzini (PRO) y Emiliano Balbín (UCR).

Mariana Larroque, una de las diputadas oficialistas que no podrá ser reelecta. 

Qué se pone en juego en el Senado

La cámara alta, a cargo de la vicegobernadora y exintendenta de La Matanza, Verónica Magario, renovará 23 bancas y en Unión por la Patria saben que es clave poder sostener y mejorar los números actuales, dado que cuenta con 21 legisladores, lo que obliga a negociar por no tener quórum propio.

Este año se votarán ocho senadores por la Primera sección, siete por la Cuarta, cinco por la Quinta y tres por la Séptima.

El año pasado, la novedad la dieron los libertarios, que ganaron cinco escaños. Más adelante, los movimientos internos llevaron a la creación de tres bloques: Libertad Avanza, Libertad Avanza 1 y Libre. El primero de ellos está compuesto por el exarmador de Milei, Carlos Kikuchi, por Sergio Vargas y Silvana Ventura. El segundo, por Carlos Curestis y tres importados: Florencia Arietto, Daniela Reich y Joaquín de la Torre. Libre es el unibloque de Betina Riva, que reporta a Carolina Piparo.

El oficialismo pone una decena de sillas rojas en juego, entre ellas la de la titular de la bancada, María Teresa García. El peronismo deberá hacer una muy buena performance en el interior bonaerense si desea mantener esos números.

Daniela Reich, de La Libertad Avanza, no podrá continuar en el Senado si no se reforma la ley que impide una segunda reelección. 

El radicalismo, en tanto, tiene un solo bloque en la Cámara alta, pero siete de sus ocho miembros ponen en juego la banca, lo que deja al partido centenario en un escenario por demás complicado.

Sus socios del PRO están en una situación algo mejor, pero no por eso relajados, ya que cuatro de las nueve bancas se ponen en danza.

En el Senado, espacio clave para, entre otras cosas, la aprobación de los pliegos judiciales, si se mantiene la prohibición de las reelecciones determinaría el fin de ciclo para Gabriela Demaría, Gustavo Soos, Teresa García, Luis Vivona y María Elena Deffunchio (Unión por la Patria), Aldana Ahumada (PRO), Daniela Reich (LLA) y Alejandro Cellillo (UCR).