Cuando el Gobierno nacional anunció la ampliación del límite de compras en el exterior hasta 3000 dólares, y junto con ello una baja sustancial de aranceles, para que una camisa, unas zapatillas o una bicicleta se puedan comprar casi al mismo precio que en Miami o en cualquier tienda internacional, industrias vinculadas a esos rubros, y a muchos otros, lo registraron como un movimiento sísmico.

La medida se conoció el 15 de noviembre. E