Javier Milei, como presidente argentino, reconoce y recibe este sábado al autoproclamado presidente de Venezuela, Edmundo González Urrutia. País al que no puede visitar porque rige un pedido de arresto por conspiración, usurpación de funciones, forjamiento de documentos, desconocimiento a las instituciones del Estado e instigación a la desobediencia de las leyes, entre otros cargos. Aún así, Milei lo recibe en la Casa Rosada a las 11.

El encuentro se realiza en el marco del nuevo conflicto diplomático que enfrenta Milei con el presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo. 

La reunión también tiene otro objetivo y es el de reforzar el respaldo a González Urrutia que buscan convertirlo en el nuevo Guaidó. Es por eso que se encuentran justo seis días antes de que Maduro reasuma su presidencia. Milei continúa considerando que las elecciones en Venezuela, eralizadas el 28 de julio, fueron fraguadas porque Maduro nunca mostró las actas electorales que lo confirman ganador. Paradójicamente, González Urrutia tampoco las mostró. Ni siquiera cuando el Consejo Nacional Electoral las reclamó y recibió de todos los partidos que participaron de la elección presidencial.

Urrutia dice, sin pruebas, que obtuvo un 67 por ciento de los votos. Las escuálidas movilizaciones posteriores a los comicios demuestran que no obtuvo ese respaldo. De todas formas, Urrutia dijo que espera el "comienzo de una nueva era" porque retornará a Venezuela ese mismo día. 

En Venezuela no solo hay un pedido de captura sino también una recompensa de  100.000 dólares por información para capturar a González Urrutia. Igual Milei lo apoya y continúa sumando conflictos con la República Bolivariana de Venezuela donde la Argentina carece de representación diplomática.