El 1 de enero de 2025, Costa de Marfil anunció oficialmente la retirada de las tropas francesas estacionadas en su territorio, una decisión que pone fin a décadas de presencia militar francesa en el país y reconfigura el panorama geopolítico de África Occidental. El gobierno marfileño comunicó que esta medida se implementará gradualmente durante el mes, como resultado de un acuerdo entre ambas naciones.

Este movimiento se enmarca en un contexto de tensiones crecientes entre Francia y varios países africanos que han cuestionado su rol histórico y actual en la región. Francia había mantenido tropas en Costa de Marfil desde el conflicto civil de 2002, inicialmente con el objetivo de estabilizar el país. Sin embargo, con el paso de los años, la percepción pública sobre la presencia militar extranjera se tornó más crítica, alimentada por un resurgimiento de discursos anticoloniales y un cambio en las prioridades políticas de la región.

En palabras del presidente marfileño, Alassane Ouattara, el fin de esta cooperación militar es un paso hacia la "soberanía plena" del país. La retirada también coincide con la decisión de Francia de cerrar su base en Abiyán, una de las últimas en África Occidental tras las recientes salidas de Burkina Faso y Mali.

Aunque el gobierno francés ha descrito esta decisión como parte de una reorganización estratégica, las críticas apuntan a que refleja un debilitamiento de su influencia en una región donde actores como China y Rusia han ampliado su presencia económica y política. En este sentido, Costa de Marfil busca fortalecer sus lazos con nuevos socios internacionales, así como con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), en aras de consolidar un modelo de defensa y desarrollo más autónomo.

El retiro de las tropas francesas es un triunfo de la autodeterminación, aunque también plantea interrogantes sobre cómo el país gestionará los desafíos de seguridad en una región marcada por el avance de grupos armados y redes de tráfico ilegal.

La salida de Francia de Costa de Marfil marca el fin de una era y subraya los cambios dinámicos en las relaciones internacionales de África. Este episodio se suma a una serie de movimientos que reconfiguran el poder y la influencia en el continente, invitando a reflexionar sobre las posibilidades y desafíos de un futuro soberano para las naciones africanas.

Este contexto también refleja el renacimiento de una África anticolonial que, inspirada por movimientos históricos, cuestiona la permanencia de estructuras de poder heredadas y busca redefinir su lugar en el mundo. La retirada de las tropas francesas no es un hecho aislado, sino parte de un cambio más amplio en el que los países africanos están reafirmando su agencia y su derecho a decidir sobre su propio destino.