La púgil formoseña y campeona mundial Marcela "La Tigresa" Acuña anunció su retiro oficial del boxeo. La atleta pondrá punto final a su carrera profesional de más de 25 años con una última pelea el 8 de marzo en la ciudad neuquina de Plottier.

"Realmente esa ciudad a mí me encantó, me recibió de mil maravillas, y quiero hacer ese retiro ante toda la gente de Plottier", explicó la boxeadora de 43 años en un video que difundió este sábado el medio Río Negro.

Según precisó, el evento será organizado por Miguel Ángel Serraiotto, titular de MAS Producciones. El diario online rionegrino adelantó también que la fecha elegida para el retiro será el próximo 8 de marzo, en coincidencia con el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Resta conocerse, entre otros detalles, quién será la boxeadora rival de Acuña y el cronograma de combates.

La última pelea de "La Tigresa" ocrurrió en noviembre del año pasado, en Tucumán, contra la local Lucrecia Manzúr. La formoseña perdió contra su rival por puntos en fallo unánime pero terminó de pie, y al final del encuentro, tomó el micrófono y dijo: “Acá está mi legado”.

Una inspiración para todas

Marcela Acuña nació el 16 de octubre de 1976 en la capital de Formosa. Durante su infancia su mamá la llevaba a clases de danza, pero cuando conoció el ring a los seis años, su vida cambió: se enamoró del boxeo, un deporte que por entonces, y hasta hace no mucho tiempo— era era exclusivamente masculino.

El entrenador Ramón Chaparro fue quien le abrió las puertas a ese nuevo mundo. Al comienzo, Acuña se dedicó a estudiar artes marciales. A los doce logró convertirse en cinturón negro de Karate y, dos años más tarde, obtuvo el título de "Campeona Sudamericana" en su división.

Años más tarde incursionaría de lleno en el boxeo, consciente de las trabas machistas que se encontraría en el camino, y sin temor a enfrentarlas. Su debut profesional llegó el 5 de diciembre de 1997, cuando peleó por primera vez ante una mujer —y nada más ni nada menos que la campeona del mundo estadounidense Christy Martin, su ídola y referente—. A pesar de haber perdido, el encuentro le abrió los ojos aún más: las mujeres argentinas pueden pelear y debían ser reconocidas y apoyadas profesionalmente, fue su lógica.


Tras esa pelea, y luego de mucho esfuerzo y lucha por demostrar el talento femenino dentro del boxeo, casi cuatro años después, el 25 de marzo de 2001, la Federación Argentina de Box (FAB) oficializó la reglamentación femenina. "La Tigresa" se había convertido en la primera boxeadora profesional de la Argentina.

Los años siguientes fueron de maravilla: en 2003 se convirtió en campeona del mundo Supergallo WIBA tras vencer a la panameña Pinock Ortega; al año siguiente, hace su primera defensa del título noqueando a Daysi Padilla en el primer round; en 2005, se corona campeona en peso Pluma WIBA; y, en 2006, resultó campeona Supergallo WBC.

"La Tigresa" recibió los premios Firpo de Plata de la Uperbox 2001 y 2003, Jorge Newbery 2005, Mujer Destacada del Deporte Argentino por la Secretaría de Deportes 2005. 

La deportista no solo pelea para cumplir con su deseo personal: también lo hace debajo del ring como activista feminista, a través de diferentes campañas y actividades para beneficio de las mujeres, y como política, tal cual lo hizo dentro del peronismo —en 2009 fue electa concejala del partido de Tres de Febrero por el Frente para la Victoria, y logró la reelección en 2013—.

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