La primera película de Luca Guadagnino (Llamame por mi nombre, Queer), estrenada en 1999, es un falso documental surrealista de suspenso y crimen, protagonizado por Tilda Swinton, que luego se convertiría en una de las actrices más convocadas por el director. Un equipo de rodaje italiano viaja hasta Londres para relatar un asesinato real ocurrido dos años antes. Los culpables eran dos adolescentes de clase alta de Oxford que lo hicieron impulsados por delirios con intención de matar. El equipo devela los secretos del crimen (Mubi.)