Los incendios que inauguraron el año en la Isla de los Mástiles, arrasaron unos 10 kilómetros cuadrados frente a Granadero Baigorria, con más de cien hectáreas afectadas. El médico Damián Verzeñassi, director de Instituto de Salud Socioambiental (Inssa) de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), en la ciudad de Rosario, aseguró: “Estamos respirando un aire que está cargado con partículas que no solamente impactan en nuestros pulmones, en nuestras vías respiratorias y las inflaman, sino que además viene acompañado de químicos que incorporados en nuestros torrentes sanguíneos nos generan problemas de salud”.
El médico de la UNR impulsor de la investigación “La vida hecha humo” del Inssa, indicó: “A nivel endocrino, el humo genera trastornos en los sistemas del sueño”. Y destacó que, “sí tenemos menos oxigeno tenemos menos posibilidad de descansar, se alteran nuestros ritmos circadianos y de esa manera lo que se genera es un aumento en los niveles de estrés. Esto lo que hace es que nuestra sociedad, nuestra ciudadanía, se vuelva más irritable, y esa mayor irritación se traduce en mayores índices de violencia”.
No es solo eso. “Un aire cargado de sustancias químicas y partículas en suspensión que no nos permiten oxigenarnos correctamente incrementa los problemas de salud cardiorespiratorios pero sobre todo cardíacos, aumentando los infartos y los problemas de insuficiencia cardíaca, nos generan problemas a nivel oftalmológico y dermatológico, esto lo conocemos todos, pero lo que no estamos muy en condiciones de asimilar es la información respecto del daño genético que genera el estar respirando aire con este tipo de partículas y de sustancias químicas”, agregó.