Con la liviandad derivada de ya ser un jubilado -y con la seguridad de cobrar una pensión de privilegio- Juan Carlos Maqueda dio una entrevista en la que debió confesar lo que ya es inmaquillable: las internas de la Corte Suprema, que él mismo transitó hasta los últimos días de diciembre. "Esta es una Corte con un alto nivel de enfrentamiento interno", comentó, al mismo tiempo que dijo que los propios cortesanos hacen "operaciones" para "descalificarse entre sí". "Hay ambiciones de poder", agregó.
La palabra de Maqueda se conoce siete días después de que el juez deje su silla en el cuarto piso del edificio de Tribunales. Cuando Maqueda cumplió los 75 años, el Gobierno nacional le avisó que no iba a renovar su lugar en la Corte. Ya sin sus responsabilidades laborales, el magistrado le dio una exclusiva a La Voz del Interior en la que, pese a blanquear las internas, aclaró que no iba a dar su opinión sobre sus ahora excompañeros de la Corte. Pero sí dejó en claro que una designación por decreto de nuevos magistrados -algo que el Gobierno dejó deslizar- sólo podría aplicarse para cuando no esté sesionado el Congreso. "Para mí, pierde independencia al aplicársele este artículo de la Constitución, porque (ese juez) sabe, desde el momento que es designado, que va a tener que pasar por el Senado. Y que si no tiene los dos tercios, puede ser removido", comentó.
Sobre la gestión de Milei también dejó un par de comentarios. Remarcó que el presunto déficit cero del Ejecutivo "se hizo sobre las espaldas de los que menos tienen", algo que el Presidente dijo que no iba a ocurrir. También dijo que la comunicación gubernamental "es muy violenta". "El lenguaje en la democracia tiene mucho que ver. Es el primer signo de violencia y toda violencia es enemiga de la democracia”, añadió.
Maqueda procuró, además, insistir con la foto de su salida "triunfante" de Tribunales y minimizar la teoría del Lawfare que Cristina Kirchner menciona al referirse a la persecución judicial en su contra.