El gobierno bonaerense, a través del Ministerio de Salud de Nicolás Kreplak, anunció que cubrirá los análisis indispensables para las personas con VIH, como carga viral, citometría (CD4) y pruebas de resistencia al virus. Serán 36 mil los bonaerenses beneficiados a partir de esta decisión de la Provincia, según pudo saber Buenos Aires/12. Los insumos para estos tres estudios quedan garantizados, informó el Ministerio.

La medida provincial apunta a contrarrestar cualquier falta de reactivos que, de acuerdo a lo explicado por especialistas en la materia a este medio, son fundamentales para poder realizar los estudios de monitoreo de la enfermedad, ajustar los tratamientos antirretrovirales y garantizar su efectividad.

"Dada la necesidad de las personas con VIH de mantener los cuidados y realizar análisis periódicos para sus los tratamientos y mantener una buena calidad de vida, el ministerio de Salud bonaerense decidió levantar la restricción impuesta a nivel nacional y dar continuidad al seguimiento de quienes viven con el virus en distritos bonaerenses; por eso la provisión de insumos y reactivos será cubierta en su totalidad por el gobierno provincial”, comunicaron.

Desde el Ministerio de Salud provincial aclararon que las solicitudes de los estudios mencionados deben enviarse a los laboratorios de referencia con la planilla adjunta correspondiente. En el caso de aquellos o aquellas pacientes que cuentan con cobertura de obra social, la extracción de sangre y el procesamiento de las muestras deben ser realizados en el subsector privado. Se procesarán muestras en laboratorios provinciales sólo en aquellos casos que posean la solicitud de Padrón Único Consolidado Operativo (PUCO) aprobada previamente. 

“La cartera sanitaria bonaerense acompañará a los equipos de salud para que cuenten con la información necesaria a fin de llevar a cabo estos análisis”, aseguraron.

Esta respuesta del gobierno bonaerense es un paliativo ante una crisis estructural. Las provincias tienen recursos limitados y no pueden sostener indefinidamente esas funciones .

Tanto la Provincia como organizaciones no gubernamentales hicieron hincapié en la necesidad de mantener, en todas las jurisdicciones, las medidas sanitarias correspondientes. “KOPELCO se encarga de distribuir los preservativos, cuya actividad clave para la prevención de las hepatitis también, ya que las hepatitis virales se transmiten por relaciones sexuales al igual que la sífilis y otras ITS. Las políticas preventivas son esenciales", dijeron. 

Hepatitis y la tuberculosis

Los sanitaristas consultados por este medio detallaron la importancia de mantener en todas las jurisdicciones las políticas públicas sobre tuberculosis, lepra, hepatitis virales, VIH e ITS. Son claves para la prevención, diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades.

La Coordinación de Hepatitis Virales fue creada en 2012 con el objetivo de implementar políticas específicas para la prevención, diagnóstico y tratamiento de hepatitis B y C. Esta estructura permitió la creación de boletines epidemiológicos precisos, la entrega de medicamentos antivirales y la capacitación de profesionales, según pudo conocer este medio. Logró avances durante una década y es uno de los nudos de la asistencia y las campañas de prevención para el 2025 y los años que siguen. 

En diálogo con Buenos Aires/12, María Eugenia de Feo, presidenta de la Fundación bonaerense HCV Sin Fronteras, describió así los riesgos si no hay medidas como la tomada por el Ministerio de Salud provincial:  "La falta de reactivos de test rápidos para hepatitis C hace imposible poder realizar campañas de detección temprana para poblaciones vulnerables que no concurren habitualmente a centros de salud. Sin campañas de comunicación sobre hepatitis virales, las cifras de nuevos diagnósticos caerán drásticamente”.

La detección temprana es clave para frenar la propagación de estas enfermedades. Las ONG habitualmente ayudan a suplir vacíos por parte del Estado pero no pueden reemplazarlo, advirtió de Feo.

Mencionó también acuerdos internacionales como el Plan Mundial para el Fin de la Tuberculosis, del cual Argentina es signataria. 

Las políticas públicas a nivel nacional y provincial "tienen un rol de rectoría en la materia, y si cualquier instancia las da de baja eso significaría dejar de cumplir ese papel, porque todo podría volverse más complejo", 

“Suprimir las coordinaciones de estas áreas es una medida grave porque básicamente las coordinaciones tienen el rol de rectoría de la política pública en la materia, y darlas de baja significa dejar de cumplir ese papel", agregaron desde la organización de prevención de VIH.

La amenaza de las hepatitis virales

María Eugenia de Feo, brindó los detalles de la situación de la hepatitis en la región:
"Las hepatitis son un importante problema de salud pública en la región de las Américas. Cada año hay 10 mil nuevas infecciones por hepatitis B que derivan en cerca de 23 mil muertes por esa causa y 67 mil contagios por hepatitis C con un promedio de 84 mil muertes, según la Organización Panamericana de Salud. Por eso, sin políticas centralizadas el impacto en Argentina podría ser devastador. De hecho, en nuestra ONG  se incrementaron en un 40 por ciento las consultas de personas que necesitan realizar métodos de diagnósticos para conocer el estado de su infección por hepatitis viral (carga viral, ecografías, fibro-scan). Las dificultades de acceso al sistema de salud con excesivas demoras para turnos, atrasan gravemente poder acceder a la realización de estos estudios para luego poder obtener el tratamiento necesario para curar en el caso de la hepatitis C y controlar que no avance la enfermedad en el caso de personas con hepatitis B”.

De acuerdo a los datos del último Boletín Epidemiológico Nacional de Hepatitis Virales, hubo un un aumento en el promedio de los casos reportados a nivel país entre 2022 y 2023, después de una importante reducción durante la pandemia, gracias a la utilización del barbijo. Las hepatitis B y C son enfermedades silenciosas, que muchas veces se detectan cuando ya causaron daño hepático severo, como cirrosis o cáncer de hígado. Según el informe, en en el territorio bonaerense se estima que al menos 170 mil personas podrían tener hepatitis B o C.

Además, a nivel país, el 0,5 por ciento de la población podría estar infectada con hepatitis C, pero solo el 30 por ciento de esas personas conoce su diagnóstico, de acuerdo a los datos del BENHV. La principal vía de transmisión de la hepatitis C en Argentina está vinculada a procedimientos médicos inseguros previos a la década del noventa, cuando el virus aún no era conocido. La hepatitis B, por su parte, puede prevenirse con vacunación, un recurso gratuito en Argentina que disminuyó su alcance debido a la falta de campañas públicas durante 2024. En este contexto, De Feo proporciona la vía de comunicación de la fundación que preside para aquellas personas que deseen realizar alguna consulta o tengan dudas 2254 61-2621.

El impacto en la tuberculosis

La tuberculosis es otra de las enfermedades que precisan atención especial. Nancy Ballestin, representante del Observatorio Social de Tuberculosis de Argentina, sostuvo ante Buenos Aires/12: "La tuberculosis es la primera enfermedad oportunista para las personas con VIH en nuestro país. Cuando hablamos de TBC decimos contagio, porque se transmite como el COVID. Sin prevención ni diagnóstico temprano, la enfermedad seguirá avanzando”.

El boletín epidemiológico conjunto entre la Coordinación de Tuberculosis y el Instituto CONI de Rosario revelaron que los casos de tuberculosis aumentaron un 11,94 por ciento entre 2023 y 2024, pasando de 14.134 a 15.821 casos en el país. En la provincia de Buenos Aires, los casos subieron de 7.385 a 8.213.

La tuberculosis es una enfermedad ligada directamente a la pobreza y la desnutrición. El tratamiento, aunque eficaz, requiere un seguimiento riguroso y condiciones mínimas de alimentación para garantizar su éxito. Sin embargo, durante el 2024 el acceso a los estudios necesarios (radiografías, análisis de esputo y pruebas de tuberculina) se vio limitado por la falta de insumos y demoras en el sistema sanitario producto de decisiones nacionales.

Según los especialistas, en países vecinos como Brasil demostraron que la inversión en prevención y asistencia social puede reducir significativamente el impacto de enfermedades transmisibles. 

Un estudio realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) sobre el programa Bolsa Familia, creado por el expresidente Fernando Henrique Cardoso y continuado por Luiz Inácio Lula da Silva, evidenció que el acceso a una alimentación adecuada y el fortalecimiento de la atención primaria redujeron los casos de tuberculosis en un 51 por ciento. En tanto, las muertes asociadas a la enfermedad entre los sectores más vulnerables bajaron un 40 por ciento. La investigación analizó datos de etnia y circunstancias socioeconómicas de 54,5 millones de ciudadanos brasileños en situación de pobreza.

Las ONG

Las organizaciones sociales intentarán llenar cualquier vacío que deje el Estado. De igual manera, María Eugenia De Feo fue clara sobre las limitaciones: "Es imposible desde la sociedad civil suplir el trabajo programático nacional que realiza la actual Coordinación de Hepatitis virales. Se puede colaborar, pero no reemplazar. Como lo hacemos desde hace 20 años continuaremos colaborando y llevando la voz de los pacientes, sus dificultades y sus necesidades para acceder en tiempo y forma a diagnósticos y tratamientos a la Dirección actual. Así como comenzaremos a reclamar intensamente la restitución de la coordinación nacional de hepatitis virales".

Las ONG carecen de los recursos logísticos y financieros para realizar las compras centralizadas de medicamentos y reactivos necesarios para atender estas patologías. Además, el desmantelamiento de las coordinaciones nacionales rompe la estructura que permite articular acciones entre las provincias y garantizar una respuesta unificada.

Por su parte, desde La Red de Trabajadorxs Sociales en TBC del AMBA emitieron un comunicado pidiendo la continuidad de las estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis y lepra. "Sin una coordinación nacional, las provincias quedan desarticuladas y la respuesta sanitaria se fragmenta", argumentaron.

Por el lado de la ONG Observa TB Argentina publicaron: “La tuberculosis (TBC) está en aumento en Argentina, agravada por la pobreza y la desigualdad social. Esta enfermedad, profundamente ligada a la pobreza, tiene cura, pero su tratamiento requiere políticas públicas concretas, sostenidas en el tiempo, y con enfoque de derechos humanos para garantizar acceso al diagnóstico y tratamiento”.

Y completaron: “La Coordinación de Tuberculosis y Lepra cumple un rol estratégico de gestión y rectoría, asegurando la atención de estas enfermedades a nivel nacional y articulando esfuerzos con las jurisdicciones provinciales y municipales. ¡La salud pública no puede retroceder!”.

Patologías

 

Las organizaciones no gubernamentales y los sanitaristas insisten en la importancia de una estrategia centralizada, con rectoría clara y capacidad de respuesta ante patologías prevenibles. “La mortalidad y los trasplantes hepáticos por causa de las hepatitis virales han disminuido en Argentina en los últimos 14 años", dijo De Feo. "Esto implica no solo los miles de vidas que se han salvado sino también una notable disminución en el gasto sanitario de hospitalizaciones y tratamientos crónicos. Por eso es importante que haya un Programa Nacional de Hepatitis que trabaje específicamente en estrategias dirigidas a las áreas críticas, que identifique las distintas problemáticas nacionales y regionales de las hepatitis virales, que coordine las acciones de prevención, y acceso a tratamientos, se agudizará el aumento de personas con hepatitis B y C en todo el país como ya ocurrió durante el 2024. Quiero tener la esperanza que nuestras autoridades reconsiderarán la situación para continuar con el Programa Nacional de Hepatitis Virales y su coordinación”, concluyó María Eugenia de Feo.