Lucas Low, cantante, compositor y productor, emerge como una de las grandes promesas del funk argentino con el lanzamiento de Quiero Verte, su reciente sencillo que combina el groove del género con una confesión de amor. Proveniente de una familia musical y co-director del AfroSound Choir, Lucas fusiona influencias que van desde el gospel hasta el soul, mientras reafirma con orgullo su identidad afroargentina. Su propuesta artística se nutre de un profundo respeto por la música negra y una conexión espiritual que busca transmitir a través de cada interpretación. Con una estética renovada que incorpora elementos de la cultura africana y un próximo EP que explorará el funk, el R&B y el neosoul, Low se consolida como un referente de la escena local, proyectando su mensaje de orgullo, autenticidad y raíces al mundo.

Venís de una familia musical, ¿cómo es esa experiencia?

Trabajar en familia haciendo música es un proceso creativo compartido. A veces hay como una telepatía. Hay arreglos y cosas que a uno se le ocurren y las canta el otro. El AfroSound Choir fue una ocurrencia de mi madre y lo concretó. Hace 13 años que estamos haciendo gospel.

¿Cuál fue tu primer contacto con la música?

Me acuerdo que mi mamá tenía muchos cassettes y CD’s de Jamiroquai, The Fugees, había un par de influencias ahí. También, cuando yo estaba en lo de mi abuela jugando en mi mundo, enfrente había un vecino, todo el mundo lo odiaba, él tenía una colección gigante de vinilos. Todo jazz. El tipo abría las ventanas y ponía jazz a todo volumen. Yo estaba enfrente, jugando con mis muñequitos, y escuchaba todo eso. Me di cuenta más de grande, cuando viví con un pianista de jazz, que el tipo tocaba algo y yo ya sabía a dónde iba a resolver, dónde iba a tensionar, cómo seguía musicalmente. Me quemó la cabeza el vecino (risas).

¿Y cuando vos empezaste a elegir, qué música escuchabas?

Michael Jackson a pleno. Porque había un VHS en mi casa de un show en vivo, y me voló la cabeza. El tipo se bailaba todo, se cantaba todo, la banda era impresionante, la puesta en escena no se podía creer. Y ya está. Me quedé con eso.

Formaste parte de varios proyectos musicales ¿Qué sentís que te aportó cada uno de esos en este recorrido?

Creo que cada uno tiene su condimento particular. Vinilo Key me dio bastante presencia escénica, Afromama me hizo darme cuenta que no era tan rap en sí lo que me gustaba porque escuchaba G-Funk, entonces ahí ya hay funk en el medio y empecé a conocer lo que era el funk a pleno. Después el AfroSound te ayuda a pleno con arreglos vocales, Living Soul era también arreglos más orquestales, más arreglos de caños y cosas así, entonces se empieza a armar como un monstruo incontrolable, pero el punto es dosificar.

Lucas en su faceta de Co-director del coro gospel AfroSound Choir, junto a su hermana Caterina. Imagen: Nicolás Parodi.

Como co-director del AfroSound Choir, ¿Qué nos podés contar de esa experiencia donde la música funciona como canal de algo más grande?

Nosotros le decimos Dios, pero cada persona tiene su Dios, hay gente que cree en la energía, hay gente que cree en cualquier otro Dios, politeístas, no hay problema, todos al fin y al cabo estamos de acuerdo en que hay una fuerza superior, puede ser el universo también, llamalo como quieras. Pero siempre está eso superior que se puede canalizar a través de la música, del baile, del arte, de una forma inexplicable y que termina esparciendo buenas vibras entre el público.

Antes de tu nuevo lanzamiento te pudimos ver colaborando con PALO en No Puedes Evitarlo. ¿Cómo se dio esa conexión?

La verdad que trabajar con PALO fue hermoso, es una genia, muy talentosa. Me sentí muy libre de poder escribir mi parte y colaborar en la producción también. Me encantaría hacer algún tema más en el futuro.

¿Qué nos podés contar acerca de tu nuevo lanzamiento Quiero Verte?

Quiero Verte es una canción ultra dedicable para esa personita especial a la que no te animás a decirle nada, por eso el video trata de dos co-workers que se quieren pero no se animan a decirlo, hasta que algo sucede. Es una confesión de amor manteniendo una vibra funky.

También vemos otra faceta tuya, la producción.

En la gran mayoría de canciones, a la hora de componer y todo, estoy con el tecladito pegado en los dedos, porque en base a eso se inspira la melodía. A veces también le saco la guitarra a Julito (Julio Rubio, guitarrista de la banda) y me pongo a tocar. Por suerte con el equipo de Syskon [mi productora] laburamos a pleno y mantienen un ritmo de trabajo que fluye naturalmente. Porque eso me preocupaba al principio. Soy una persona que se encasca mucho. Cuando estoy produciendo voy a mil por hora y a veces me ha pasado en otros equipos de no empardar ese ritmo. Chris y John de Syskon laburan a pleno, a mil por hora también. En cuestión de cuatro meses más o menos, grabamos ocho temas. Es una limada de cráneo.

Entonces se viene mucha más música…

La idea es sacar un single más y después armar un EP. Va a tener un tinte funk, evidentemente. Más neosoulero en algunas cosas. Pero, sí, va a tener un poquito de todo. Siempre siendo fiel a la música negra, manteniendo la esencia.

En estas nuevas apariciones vemos un cambio en la estética también, se te ve luciendo ropa tradicional africana ¿A qué se debe?

Me gusta jugar con el subconsciente. Tenés que leer entre líneas y un plus vas a encontrar. Me gusta usar esa ropa más que nada también para demostrar que hay que estar orgulloso de lo que uno es por más que acá se niegue, se diga que no existimos. No es así. Todos venimos de algún lado, vinimos en barcos distintos, pero acá estamos, no es que nos fuimos. Seguimos acá para mostrar que estamos orgullosos de lo que somos.

¿Cuáles son tus expectativas para lo que viene?

Popularizar el funk argentino, el R&B, Soul. Y, por qué no, hacer una gira por Latinoamérica. Me gustaría muchísimo. ¿Y quién te dice que no podemos ir a Estados Unidos también? Yo quiero dar vueltas por todos lados, a donde se pueda y a donde no se pueda también. Ahí voy primero.

Hace poco participaron con el AfroSound Choir en la Noche Solidaria de DIAFAR. ¿Cómo fue esa experiencia?

Sí, la verdad fue una noche hermosa. Siempre nos sentimos bien recibidos por toda la gente de DIAFAR. Siempre nos hacen sentir como en casa, esa es la verdad. Siempre mucha buena onda y, sobre todo, el mensaje. Crear un espacio donde podamos compartir juntos y ser nosotros mismos. Orgullosos de lo que somos. Afroargentinos.

*Artista y activista antirracista afroargentino de DIAFAR.