En octubre pasado, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) emitió la Resolución 1094/2024 por la cual deroga la obligación que tenían las empresas de televisión paga de incluir en sus grillas las señales informativas de origen nacional.

Según los considerandos de la Resolución, el Decreto Nº 70/2023 modificó la Ley de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Ley Nº 27078), la cual incorporó como servicio TIC al servicio de radiodifusión por suscripción. Por lo tanto, ya no corresponde aplicar a la televisión por cable o satelital las disposiciones de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (Ley Nº 26522).

Ahora, en el último mes de 2024, la empresa Personal-Flow, del Grupo Clarín, comenzó a retirar del aire los noticieros locales de varios municipios bonaerenses.

El lunes 30 de diciembre la Agencia Diarios Bonaerenses (DIB) informó que Personal-Flow retiró del aire los noticieros locales de Pehuajó, Laprida, Coronel Suárez, Ayacucho, Balcarce y Trenque Lauquen. Se trata, en todos los casos, de propuestas periodísticas de muchos años. El de Laprida llevaba veintinueve años al aire y el de Trenque Lauquen treinta y tres.

La pérdida de estos espacios informativos no solo afecta a los periodistas y trabajadores de los medios, sino también a las comunidades, que dependían de ellos para mantenerse conectadas con la realidad local.

De ahora en adelante miles de bonaerenses pagaran la televisión por cable para informarse de las noticias porteñas, como el tránsito por la General Paz y el estado del subte. Y desde Buenos Aires los medios “nacionales” seguirán definiendo qué noticias del “interior” tiene relevancia “nacional”, cuestiones éstas que se abordan desde los criterios y preconceptos de los conglomerados de noticias.

Estas medidas del gobierno nacional, acompañada por la complacencia de los monopolios informativos, son parte de una estrategia más amplia cuya finalidad es restringir el campo de la deliberación colectiva y así avanzar en la deslegitimación de la idea misma de comunidad. La “batalla cultural” que emprendió el gobierno de Milei apunta a destruir esa esfera de solidaridad, reciprocidad y ayuda mutua que conocemos como “sociedad civil".

Y cabe recordar, como planteamos en una nota anterior, que las organizaciones locales de noticias desempeñan todavía un papel vital tanto en la educación como en la construcción comunitaria, aportando al aglutinante social que ha dado vida e identidad a las comunidades como lugares donde las personas se ven a sí mismas participando en una construcción conjunta con otras personas a las que conoce, comprende y por las que se preocupa.

Un desafío de estos tiempos es encontrar propuestas creativas que reaviven la confianza en los medios locales, engendre un fuerte apego a nuestras comunidades y alimente a la democracia a nivel de base. Y ese desafío requiere de liderazgos políticos que, leales al sistema democrático, sean capaces de articular las demandas agregadas de la sociedad, que también se expresan por medio de nuevas subjetividades.

* Editor de Esfera Comunicacional