El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció su renuncia al cargo este lunes, tras nueve años en el poder. El político, de 53 años, dejó en claro que continuará en funciones hasta que su Partido Liberal elija a un nuevo líder, previo a las elecciones generales en el país, previstas para octubre de este año.
“Voy a renunciar como líder del partido y como primer ministro”, anunció Trudeau en una conferencia en Ottawa, la capital canadiense. Reconoció que, aunque es un “luchador”, llegó a la conclusión de que no es la “mejor opción” para liderar en los comicios venideros, motivo por el cual decidió dar un paso al costado. Al mismo tiempo, anunció la suspensión del Parlamento hasta el 24 de marzo.
Crisis interna
En las últimas semanas, Trudeau había estado bajo creciente presión debido a la caída de la popularidad de su partido en las encuestas, en medio de la crisis interna y la pérdida de confianza de cara a las elecciones de octubre. Desde diciembre, al menos dos docenas de diputados y varios delegados del partido pidieron su dimisión.
“Este país merece una elección real. Me ha quedado claro que si tengo que librar batallas internas, no puedo ser primer ministro”, afirmó Trudeau.
Suspensión
El Parlamento, que debía reanudar sus actividades el 27 de enero tras el receso, extenderá su pausa hasta finales de marzo. Esta medida fue justificada por Trudeau como una forma de lidiar con la “parálisis” que afectó a la Cámara Baja, generando bloqueos legislativos durante los últimos meses. La decisión fue respaldada por la gobernadora general, Mary Simon, quien ejerce las funciones de Jefa de Estado.
“A pesar de los mejores esfuerzos, el Parlamento ha estado paralizado después de la sesión más larga de un Parlamento minoritario en la historia de Canadá. Por eso le sugerí a la Gobernadora General que necesitábamos una nueva sesión, y ella aceptó”, explicó Trudeau.
La medida también facilitará el proceso de selección de un nuevo líder para el Partido Liberal y evitará que los partidos opositores presenten una moción de censura contra su gobierno de forma inmediata, como anunciaron representantes de los tres principales partidos opositores en las últimas semanas.
Trudeau llegó al poder en 2015 tras una década de gobierno conservador y fue recibido con entusiasmo por recuperar el espíritu liberal en Canadá. Sin embargo, su popularidad decayó en los últimos años debido a diversos factores, como el aumento del costo de vida, las crecientes dificultades con la vivienda y su manejo de la inmigración.
Popularidad en declive
Durante años, Trudeau fue aclamado por sus políticas progresistas, como la legalización del cannabis y su enfoque hacia la inmigración y el cambio climático. Sin embargo, los crecientes desafíos internos y externos, junto con la pérdida de apoyo popular, lo llevaron a tomar la decisión de dimitir en un momento clave para el país.
En sus esfuerzos por encontrar un equilibrio entre el crecimiento económico y la protección ambiental, Trudeau terminó siendo criticado tanto por la derecha como por la izquierda. Aplicó un impuesto a las emisiones de carbono, pero también rescató un proyecto de expansión de un oleoducto para llevar más petróleo de Alberta a los mercados internacionales.
Su manejo de la salud y su impacto en el costo de vida tambíen fueron fuentes de críticas. Los desafíos derivados de la pandemia de Covid-19, en los que Canadá obtuvo mejores resultados que otros países, no alcanzaron para mitigar la creciente oposición a los mandatos de vacunación. Las críticas de sectores más conservadores de la población, junto con los escándalos que empañaron su administración, afectaron gravemente su imagen.
A pesar de ello, Trudeau había planeado postularse para un cuarto mandato, lo que generó descontento dentro de su partido, que sufrió derrotas en las elecciones especiales de dos distritos de Toronto y Montreal que había mantenido durante años. Según la última encuesta de Nanos, las posibilidades de éxito de esta candidatura eran escasas, con los conservadores liderando con un 47% de las intenciones de voto.
Crisis interna
La renuncia de Trudeau se produce en medio de tensiones dentro de su propio partido, que se profundizaron con la sorpresiva salida de su ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, el 16 de diciembre, poco después de la renuncia de su ministro de Vivienda, John Frasier.
Freeland, quien había sido una figura clave en el gabinete de Trudeau y ocupaba el puesto de vicepresidenta del primer ministro, se mostró cada vez más crítica con las políticas económicas de su jefe, especialmente ante las recientes amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Su abrupta salida sorprendió al país y empeoró aún más la imagen de Trudeau, que ya estaba en declive.
Ambos discrepaban sobre dos políticas recientemente anunciadas: un receso temporal en el impuesto sobre las ventas y planes de subsidios directos a los ciudadanos, que Freeland consideró como una “gimnasia política costosa” que Canadá no podía permitirse frente a la amenaza de los aranceles del presidente entrante de EE.UU.
"Nuestro país enfrenta un desafío grave", escribió Freeland en su carta de renuncia. "Eso significa mantener nuestro poder fiscal intacto hoy, para que tengamos las reservas que podamos necesitar para una próxima guerra de aranceles".
Los medios canadienses señalan a Freeland como una posible candidata para liderar el Partido Liberal, junto con el exdirector del Banco de Inglaterra, Mark Carney, un economista canadiense que también fue presidente del Banco de Canadá.
Qué depara el futuro
De esta forma, Trudeau continuará al frente del gobierno cuando el republicano Trump asuma la presidencia el 20 de enero, y tendrá la tarea de liderar la respuesta inicial de Canadá frente a la nueva administración, incluida una posible guerra comercial.
La relación con Trump, que ya se había tensado en el pasado, se complica ahora con la amenaza de aranceles de hasta el 25% a todas las importaciones canadienses, lo que podría afectar gravemente la economía de Canadá, uno de los principales exportadores de petróleo y gas natural a los Estados Unidos.
En el pasado, Trudeau prometió tomar represalias ante estas amenazas, mientras que Trump continuó atacándolo, llamándolo gobernador del “estado 51”. Tras la noticia de su dimisión, Trump incluso sugirió que Canadá debería fusionarse con los Estados Unidos en un mensaje en su red social, Truth Social.
Con las elecciones en el horizonte, el primer ministro y su partido se encuentran 20 puntos detrás de su rival, el conservador Pierre Poilievre, en las encuestas. En su discurso, Trudeau destacó que el futuro de Canadá debe regirse por los valores de "diversidad y fuerza", valores que considera ausentes en el líder opositor. A pesar de su renuncia, Trudeau expresó su esperanza de que el progresismo pueda defender esta visión.